Era mayo de 1931 cuando un ingeniero de nombre Josef Ganz presentaba un automóvil pequeño: el Maikäfer. Traducido como “escarabajo”, este producto prometía revolucionar la movilidad de las masas.
7 años después, Hitler lanzaba el Volkswagen Beetle. No solo los nazis se apropiaron de los prototipos de Ganz, sino también se quedaron el apodo que su creador le había puesto. Si bien la historia “oficial” cuenta que Porsche fue el creador del afamado vehículo, una autobiografía dicta lo contrario.
La vida de Ganz es poco conocida, pero hace apenas unos meses se dio a conocer un diario de dicho personaje. En este, cuenta muchas de las historias que vivió, incluido el proceso de la creación del “Vocho” como lo conocemos en México.
Josef Ganz nació en 1989 y creció en Viena. Desde pequeño demostró un gusto por la ingeniería y, con solo 12 años, registró su primera patente: un dispositivo de seguridad para trenes eléctricos.
Terminada la Primera Guerra Mundial Ganz se trasladó a Alemania a comenzar sus estudios de ingeniería mecánica. En 1923 se presenta el primer proyecto de un coche con motor central, con suspensión independiente y carrocería aerodinámica y fue de la mano de Josef Ganz.
No obstante, este primer intento se puso en pausa, ya que Ganz sufrió un accidente de moto que casi le cuesta la vida. Mientras se recuperaba, el ingeniero se puso a pensar en nuevos y mejores diseños para autos, que en ese momento eran poco prácticos.
Diseños cuadrados, centro de gravedad alto, ejes sólidos y motores ineficientes, estos eran los problemas que Ganz quería evitar en su auto. Para esto, buscó apoyo de la revista Motor Klein Sport, quienes al poco tiempo lo nombraron director editorial por sus propuestas interesantes.
Luego de varios años buscando apoyo económico, en 1930 logró que la compañía de motocicletas Ardie financiara un prototipo. Se presentó con un motor central, suspensión independiente y una clara forma de “insecto” o “ escarabajo ”.
Este trabajo llamó la atención de Adler, una compañía de automóviles de Frankfurt, que le brindó empleo a Ganz como ingeniero. Gracias a esto pudieron construir un prototipo mejorado y, para 1931, el Maikäfer era una realidad.
El proyecto no pudo continuar por falta de recursos, pero Ganz mantenía en buen estado su prototipo para enseñarlo a periodistas e ingenieros, entre ellos Ferdinand Porsche.
Con la llegada de Hitler al poder, en 1933 la Gestapo acusa a Ganz de chantajes y sobornos en la industria automotriz. Lo arrestaron, pasó un mes en la cárcel y fue liberado gracias a algunas amistadas.
Sin embargo, la Gestapo le prohibió seguir con cualquier tipo de experimento en la industria automotriz. También lo obligaron a renunciar como ingeniero consultor de Mercedes-Benz, quienes habían desarrollado el Standard Superior bajo su tutela.
De esta forma, Hitler se apoderó de todos los prototipos y planos del “escarabajo” de Ganz. Los Nazis se aseguraron que cualquier conexión judía con el Volkswagen fuera borrada y se prohibió a la prensa alemana publicar cualquier texto relacionado con Ganz.
Para seguir con el proyecto, Hitler nombró a Ferdinand Porsche , quien ya había conocido el coche anteriormente de la mano del propio Ganz.
Se dice que Josef Ganz huyó a Suiza con la intención de desarrollar otro proyecto similar, pero jamás tuvo éxito. El ingeniero migró a Australia en 1951 y trabajó con General Motors hasta que una serie de problemas de salud lo obligaron a retirarse.
Ganz murió en 1967, con mucho menos reconocimiento del que se merece, ya que, teóricamente, podría ser considerado el padre del VW Vocho.