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En muchos aspectos, Nissan es una empresa pionera. El que pega primero pega dos veces. Y los nativos de Yokohama lo saben. Los autores del primer auto producido en serie en Japón eligieron a México para su primera planta en el extranjero. Sería hace seis décadas cuando se estableciera Nissan Mexicana SA de CV, el actual campeón invicto por 12 años en primer lugar en ventas.
En 1961 se estableció Nissan Mexicana, preparando todas las condiciones para arrancar producción en 1966. Si bien habían arrancado la planta Yulon en Taiwán en 1959, esta contaba meramente con una operación “knockdown”, es decir solo procesaban el ensamble de componentes previamente fabricados.
El primer auto hecho por Nissan en nuestro país fue el Bluebird, en 1966. Un cuatro cilindros compacto que había sido beneficiado de la visión de Pininfarina y que, en poco tiempo, fue complementado por la pickup ligera 620.
El desastroso año de 1982 sería para Nissan una ventana de oportunidad que aprovecharía para arrancar operaciones con su segunda planta en México en Aguascalientes, instalación que recibiría adiciones denominadas A1 (en 2005) y la tercera A2 (en 2013).
Si el Vochito dejó huella en nuestro País en los 70 y 80, brindando movilidad al alcance de todos, ese papel sería jugado por Tsuru las dos décadas siguientes. Una amplia familia de entusiastas gozaría de la confiabilidad, economía de combustible y espacio de este sedán modesto, que alcanzaría en 2001 la cifra del millón de unidades producidas.
Si bien era un favorito del consumidor, tanto la proliferación de competidores como la señalización que hiciera de su deficiente seguridad la LatinNCAP marcaría su salida del mercado en 2016. La compañera de batalla de Tsuru era la incansable camioneta pickup, con estructura de madera conocida como estaquitas, un impulsor de la economía mexicana para la pequeña empresa en cada rincón de nuestra geografía.
No todo ha sido economía y frugalidad en esta marca: el deportivo 300ZX fue un referente en su época en calidad de marcha, dinamismo y confiabilidad en alto desempeño, un favorito de los entusiastas de ese entonces.
Antes del lanzamiento de Infiniti como marca independiente en México, el Q45 marcó época como opción a marcas de lujo alemana a principios de siglo XXI.
Con el cambio de siglo en 1999, el entonces triunfante Carlos Ghosn, entonces CEO, anunció la fusión entre Renault y Nissan, que llevaría a diversas sinergias entre las más vendidas en México, como el combo Clio-Platina.
El auge mediático de los autos eléctricos que rodea al fabricante americano Tesla sería opacado en los calendarios por la llegada del pionero LEAF a México en 2011, siendo el primer automóvil 100% eléctrico disponible para todo el público en México.
Pero la marca no vive del pasado sino por el contrario sigue empujando nuevas propuestas para mantenerse en la cima, la más llamativa es el renacimiento del deportivo Z ahora conocido como 400Z, a la par de la nueva Ariya, vehículo eléctrico crossover que complementará la gama cero emisiones de la marca.