En la historia automotriz contemporánea se le atribuye el título de la primer minivan a la Chrysler Town & Country, nacida en 1984, y que sigue vigente con la Pacifica, se trata de un concepto de movilidad que había sido experimentado mucho tiempo antes.
Cuestiones técnicas, de desarrollo, producción y precio fueron factores que volvieron complicado crear una camioneta para tantos pasajeros con una silueta aerodinámica y funciones de versatilidad en producción de serie. Sin embargo, fue posible crear este innovador estilo de vehículo mucho antes de lo que te imaginas.
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Con visión en el futuro
Si nos remontamos al lejano año de 1932, los libros de historia resaltan una marca poco conocida de nombre Stout. Y no, nada tiene que ver con la cerveza pero es una buena referencia para recordar cómo se llama.
Esta marca americana surge de la visión del ingeniero William B. Stout, quien tuvo la visionaria idea de hacer un vehículo capaz de llevar a varias personas con la comodidad que una sala puede ofrecer.
Esto suena relativamente sencillo al día de hoy, donde los programas computacionales de diseño de ingeniería permiten visualizar muchos aspectos durante el desarrollo de un auto, pero antes esto era por cálculo matemático “a mano”.
Todo era en formato de carrocería sobre chasis, el cual tiene ciertas limitaciones en espacio y comodidad. Pero Stout no se vio intimidado por ello, ya que apostó por un método de producción hasta entonces desconocido, que podría ser el antecedente del monocasco moderno.
El diseño también era algo fuera de lo convencional para 1935, pues este vehículo, de nombre Stout Scarab, no presentaba el usual cofre alargado y silueta de caja. A cambio, su estilo se inspiraba en los fuselajes de avión y por ello, presentó una forma alargada que a su vez, ofrecía mayor espacio.
Por dentro, ofrecía espacio para 5 personas pero de manera más ergonómica: una mesa plegable al centro y un asiento que podía girar 180 grados en un piso plano eran el valor agregado de comodidad.
La visión de Stout era la de ofrecer un vehículo de lujo súper cómodo, con inspiración Art Decó y un potente motor V8 de origen Ford que rondaba los 100 caballos de fuerza. Suspensión independiente en las cuatro ruedas fue otro factor muy adelantado pero que su creador ya vislumbraba gracias a sus estudios en ingeniería aeronáutica.
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Raro de ver
Si bien, en 1932 y 1935 se fabricaron dos prototipos, la producción del Stout Scarab llegó a un total de 9 unidades, todas hechas a mano y con cambios estéticos entre ellas, por lo que no hay dos iguales.
Seguido del Scarab, marcas como Volkswagen o FIAT también adoptaron ideas similares para ofrecer vehículos más amplios. Por ejemplo, la Combi o el 600 Multipla fueron exponentes populares en los años 50 pero fue hasta que Chrysler presentó la Town & Country en 1983.
Al día de hoy, es un segmento que va en disminución pero que se mantiene fiel a su esencia de comodidad, versatilidad y transporte de hasta 8 personas en algunos casos, aunque los crossover han llegado a adoptar ese espacio del que la minivan era reina.