Mucho antes de que la Ford F-150 Raptor robara las miradas del mundo, había una pick-up de alto desempeño de la firma americana que era el referente de su época. Se trata de la F-150 SVT Lightning , una camioneta “de carga” desarrollada por el departamento deportivo de Ford que cautivó a los fanáticos de lo deportivo.
La primera generación de esta camioneta llegó en 1993 para colocarse como una de las creaciones más interesantes de Ford. En 1999, se presenta la segunda generación de la Lightning y es aquí donde las cosas se ponen interesantes.
Según cuenta la historia, SVT (Special Vechicles Team), la división deportiva de Ford en la época, comenzaron a explorar nuevas opciones. Una de ellas fue, como era de esperarse, realizar una versión SUV de la Lightning, para abarcar el segmento de camionetas deportivas.
No obstante, el proyecto era secreto. Nadie fuera de Ford debía de saber sobre esta futura creación, pues era un encargo especial del director de la marca a SVT para ver de qué eran capaces.
SVT se caracterizó por volver autos convencionales en verdaderas máquinas especiales. Ya sea por mecánicas mucho más poderosas o por opcionales y elementos únicos para sus variantes, si eras un fanático de Ford siempre soñarías con un SVT en tu garage.
Así, SVT puso manos a la obra y tomaron una Ford Explorer como base, le quitaron el motor de serie y le montaron el mismo V8 de 5.4 litros supercargado que encontrabas en la F-150 Lightning para crear al Thunder .
Con un par de retoques, la camioneta de Ford alcanzaba los 350 caballos de fuerza y las 440 lb-pie de par. Si bien hoy en día no suena a “mucha” potencia, para la época la colocaba a la par de autos 100 por ciento deportivos.
La aceleración de 0 a 100 km/h le tomaba 5.6 segundos, casi un segundo menos que la Mercedes-AMG ML55, la camioneta que se considera la primera SUV de alto desempeñó. Su velocidad máxima se limitó a 240 km/h, pero se dice que alcanzó poco más de los 270 km/h durante las pruebas de desarrollo.
Entre otras cosas, Ford SVT retocó la suspensión para hacerla más baja y estable en curvas. Modificaron por completo el esquema de dirección y transmisión, así como un cardán de alta resistencia para motivar los neumáticos traseros.
Al igual que la Lightning, Thunder echaba mano de una carrocería más agresiva. Las tomas de aire frontales, faldones laterales y rines de aluminio eran algunos de los elementos especiales en esta Explorer modificada.
Así, en el año 2000, Ford tenía lista la Thunder. Era una camioneta para toda la familia con cifras de desempeño de un deportivo, y en la casa americana estaban orgullosos.
No obstante, no llegó a la realidad por una sencilla razón: el tiempo. Resulta que, cuando tuvieron el producto terminado, solo faltaban un par de años para la llegada de la nueva generación de la Explorer.
Para Ford no hubiera sido rentable fabricar a la Thunder poco más de un año, por lo que el proyecto no continuó y por muchos años fue “olvidada” en los archivos de Ford.
Solamente se fabricó una unidad, que se presentó para una sesión especial que formó parte de un documental de la marca. Se dice que la única Thunder está en alguna bodega de Ford, acumulando polvo sin intenciones de volver a rodar.