Cada vez que un nuevo auto es presentado, las versiones deportivas tienden a equipar varias piezas en la carrocería que le aportan un aspecto más agresivo, pero que su función muchas veces va más allá de lo estético.

Se trata de la aerodinámica , y aunque puede ser que tu auto del diario no sea un , seguramente pasó mucho tiempo bajo el estudio de profesionales para hacerlo más estable en carretera a la vez de más eficiente. Si vamos a Google, podremos encontrar una definición técnica sobre qué es esto. En términos sencillos, se trata del estudio del comportamiento del aire sobre un cuerpo sólido.

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Este estudio no es nuevo dentro del mundo de los autos, pero sí ha cobrado más importancia dadas las exigencias por crear vehículos que consuman menos combustible o que su rango eléctrico sea el mayor posible.

¿Pero cómo se puede estudiar esto? Es muy sencillo, aunque no precisamente barato. Cuando una marca está probando un auto, parte del desarrollo está enfocado en medir lo “resbaladizo” que resulta contra el viento. Para ello, existen túneles de viento , que alcanzan velocidades que seguramente no alcanzaremos jamás en nuestro coche pero dan certeza sobre su comportamiento.

Como el aire no se ve, una persona utiliza una pistola de gas blanco para ver a detalle cómo fluye por distintas superficies. Por otro lado, sensores y computadoras se encargan de hacer mediciones más específicas.

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Un auto moderno tiene un coeficiente aerodinámico promedio de 0.28 (se expresa Cd 0.28), pero esta cifra cambia con respecto a cada vehículo. Entre más bajo el número, menor impacto contra el viento. Sin embargo, todos los aditamentos que te mencionaba anteriormente, como alerones o difusores, son parte del juego para sacarle el máximo provecho a un auto, especialmente a velocidades altas.

Además de fluir con el viento, naturalmente existe la tendencia a que el frente del auto se levante por la presión ejercida por el aire. Para ello, pequeños bloques plásticos se encargan de canalizar este viento hacia los frenos, para refrigerarlos , o hacia salidas de aire en las fascias. Los alerones sirven para crear carga aerodinámica , que vuelve más estable al auto cuando va muy rápido.

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En autos híbridos o eléctricos, es común que veamos su silueta como una gota de agua y no es casualidad. Este es el elemento más aerodinámico de la naturaleza. Por ejemplo, un Toyota Prius está pensado con la como premisa. Además de la forma, los ángulos del cofre y toldo , bajos planos y espejos con forma redondeada lo hacen muy “resbaloso” en el aire, lo que es parte de su magia con la eficiencia.