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Actualmente, uno de los recursos que más vende, en términos generales, es la nostalgia. Las salas de cine están plagadas de nuevas interpretaciones de viejos clásicos, las tiendas de ropa pusieron de moda las prendas “over size” una vez más y la música parece reencontrarse con ritmos populares de los años 70 y 80 para hacernos bailar.
En ese sentido, la industria automotriz no está exenta. Toyota revivió al clásico Supra, Acura tiene una nueva generación del icónico NSX y Ford trae de vuelta a uno de sus nombres más emblemáticos: Maverick, por mencionar algunos. Firmas como Jeep no querían estar fuera de este fenómeno e, inteligentemente, se subieron a este barco que busca regresar nombres clásicos en nuevas interpretaciones.
Luego de varios años de planeación, la firma americana del ahora nuevo grupo Stellantis, presentó en México las Wagoneer y Grand Wagoneer . Si el nombre te resulta familiar, es porque, de 1963 a 1991, este modelo tuvo dos generaciones que marcaron un antes y un después en el segmento de las SUVs familiares.
Con Wagoneer, Jeep busca empezar una nueva etapa en la marca que apunta al lujo en su máxima expresión. Con rivales como Cadillac Escalade o Lincoln Navigator, ¿tiene lo necesario para ser el nuevo referente de su segmento? Te contamos sus detalles en estas líneas.
Un Jeep diferente a lo que pensarías
Si alguien escucha la palabra Jeep, automáticamente piensa en lodo, tierra, aventura arriba de las montañas y un manejo en condiciones extremas. La propia marca sabe que es sinónimo de lo antes mencionado, por lo que decidieron una nueva estrategia de mercadotecnia para sus productos que apuntan al lujo.
Rafael Paz, director de Jeep en México, nos comentó durante el lanzamiento que, luego de una larga planeación, decidieron lanzar Wagoneer como una submarca de Jeep. Esto tiene la intención de separar ante los ojos de todo mundo sus productos dedicados al lujo de aquellos que fueron pensados para el “offroad” extremo.
Bajo el cobijo de esta nueva submarca, Wagoneer y Grand Wagoneer Series III llegan a México . Ambos modelos son, en esencia, el mismo producto, siendo la variante “Grand” el tope de gama que apela por una experiencia sin igual en términos de comodidad y lujo.
Estéticamente, notamos líneas características de Jeep, como la parrilla con 7 barras y silueta cuadrada. Sin embargo, al estar orientadas al lujo, elementos como cromo, detalles dorados y rines de gran tamaño son elementos que notaremos sin importar la variante.
En el caso de Grand Wagoneer, se diferencia gracias al uso de una tipografía en color dorado, así como un entintado de ventanas en este mismo color. La parrilla recibe un nuevo tramado y, opcionalmente, los rines pueden cambiar de diseño y adoptar varios rayos, uno de los muchos guiños al Wagoneer de hace algunas décadas.
Wagoneer y Grand Wagoneer
respetan esas figuras cuadradas que caracterizaron al modelo por años, pero adoptan nuevos elementos modernos. Tal es el caso de un cuerpo de iluminación 100 por ciento de LED en ambos extremos. A nuestro pensar, las calaveras parecerían ser delgadas en proporción al vehículo, pero recordemos que este producto está pensado para un mercado global, con China como principal consumidor. En este país gustan de este tipo de diseño, justificando esta decisión de diseño.
Para fines prácticos, antes de salir en ruta, juntamos un Grand Wagoneer con un Cherokee L, otro de los productos de Jeep, e inmediatamente se nota una diferencia considerable. Si quieres ser un vehículo de lujo, tienes que verte como uno. Wagoneer y Grand Wagoneer cumplen con creces este apartado.
Lujo americano en su máxima expresión
Algo que ha caracterizado a las SUVs americanas de gran tamaño por décadas es su nivel de lujo al interior. No obstante, Grand Wagoneer toma todo lo aprendido y lo eleva al siguiente nivel con elementos que, difícilmente, encontraras en otros vehículos.
Tal es el caso del completo sistema de infoentretenimiento que se compone de tres pantallas en el tablero. Una de ellas funciona como cluster principal, otra en el centro de la unidad para temas de mapas o multimedia y una más frente al copiloto en donde puede modificar cosas como el volumen de la radio, canciones o enviar direcciones al conductor.
Materiales como piel y madera auténtica brindan una experiencia que va más allá de lo palpable y entran a nuestra mente por medio de los olores. El aluminio pulido y selector de velocidades de metal puro refuerzan la filosofía de que Wagoneer y Grand Wagoneer son productos enfocados 100 por ciento al lujo.
Entre otras cosas, encontramos un sistema de sonido firmado por Macintosh de 21 bocinas que, a decir verdad, queda a deber en términos generales con una ecualización limitada. En la segunda fila de asientos podemos encontrar dos pantallas de 10.1 pulgadas cada una y, como es de esperarse en este segmento, se dispone de conectividad Apple Carplay y Android Auto de forma inalámbrica.
La esencia de la marca
Llega el momento de ponernos al volante de la nueva Wagoneer y, a nuestra merced, disponemos de un bloque V8 de 5.7 litros con 382 caballos de fuerza. Este bloque propulsa las cuatro llantas gracias a un esquema de tracción integral Quadratrac que, a pesar de no ser tan robusto como los Jeep dedicados al manejo offroad, la firma asegura que cumple la tarea de pasar por obstáculos correctamente.
Las carreteras de Los Cabos, en Baja California Sur, son testigo de una caravana de Wagoneers que, sin aspaviento alguno, logran una velocidad punta de 160 km/h en un tramo controlado.
Llega el momento de atacar terracería y, a decir verdad, nos sentíamos un tanto dudosos de sus capacidades todoterreno debido a su gran tamaño. No obstante, bastaron unos cuantos metros, y el uso de la caja reductora, para eliminar toda duda sobre su desepeño en caminos complicados.
Al final del día, es un Jeep y, como debe de ser, su capacidad para atacar el todoterreno es impecable. La suspensión neumática se eleva automáticamente para evitar las piedras de gran tamaño, el diferencial selecciona a qué neumático entregar más potencia para pasar los caminos sueltos y, finalmente, aceleramos a fondo en unas dunas de arena.
De líder se encuentra una Grand Wagoneer que, a pesar de su enfoque aún más al lujo, completa con creces las tareas de manejo todoterreno. Esa camioneta dispone de un bloque V8 de 6.4 litros bajo el cofre que genera la cantidad de 471 caballos de fuerza.
A pesar de ser una nueva submarca enfocada al lujo, Wagoneer y Grand Wagoneer no dejan de ser Jeep, en todos los sentidos. Su andar se podría definir como un balance entre lo robusto y el lujo, que brinda en todo momento esta sensación de poder americano que tanto atrapa a los consumidores de nuestro país vecino del norte.
No obstante, la dirección es poca comunicativa en cualquiera de sus configuraciones, la suspensión tiende a ser demasiado blanda en situaciones todoterreno y, al menos en la versión probada, la insonorización de la cabina no es la mejor por todos los ruidos externos que se meten al habitáculo.
El costo del lujo
De regreso al hotel para finalizar con las actividades del día, nos encontramos manejando sobre una carretera alterna que, del lado izquierdo, da al mar y, por la derecha, encontramos dunas de arena dignas de una película. La famosa “Golden Hour” comienza a caer sobre nosotros y, con este paisaje, nos detenemos para hacer un par de fotos más.
Con este escenario, y luego de una ruta de más de 200 kilómetros, nos damos cuenta de que Wagoneer y Grand Wagoneer son dos productos que, apoyados de una buena estrategia de mercadotecnia, tienen todo para ser las nuevas SUVs predilectas de su segmento.
Solamente será cuestión de tiempo para verlas formar parte de las flotillas de personajes importantes, políticos, actores o familias adineradas que saben valorar este tipo de autos. El precio va desde $1,842,900 para Wagoneer y $2,252,900 para Grand Wagoneer , pero sin duda valen cada peso que se invierta en ellas.