Un auto, para seguir funcionando de forma óptima, necesita ir a servicio cada cierto tiempo o distancia recorrida. El mantenimiento realizado cada 10 mil kilómetros o seis meses es considerado menor, sin embargo eso no significa que se pueda saltar o postergar.
Este mantenimiento es importante debido a que es preventivo ante daños posteriores que pueda tener tu vehículo, que podrían llegar a ser mayores y más costosos si no se atienden a su debido tiempo. También sirve para cuidar detalles estéticos tanto de la carrocería como del motor.
Luego de avanzar todo ese kilometraje, especialmente en autos de segunda mano, lleva tu cuatro ruedas al mecánico. El servicio después de 10 mil kilómetros, normalmente, consiste en:
-Ajustes en niveles del líquido de dirección y transmisión
- Chequeo en sistema de enfriamiento del auto: radiador, ventilador, termostato, etc.
-Revisión y rotación de llantas (si se necesita, deben cambiarse). Acompañado de alineación y balanceo
- Revisión de filtros (aceite, gasolina y aire) y, si es necesario pueden llegar a cambiarse
- Inspección a los frenos
-Algunos lugares agregan a su servicio: Chequeos en luces, limpiaparabrisas, e incluso lavado de motor.