Brent Cheney es un artista y piloto amateur que durante algunos años fue dueño de un taller de modificaciones. Ahora, esta persona se ha dedicado a las competencias virtuales y es por eso que ha decidido invertir su tiempo, y dinero, en fabricar un simulador especial.
Cheney decidió adquirir un auto para convertirlo en simulador, y un MINI sonaba como una buena idea por su legado en las carreras y compacto espacio para acomodar en el interior de una casa.
Gracias a su tamaño, el artista pudo crear un ambiente cerrado en el interior, además de realizar algunos cortes en específico para montar los componentes necesarios.
Este auto le costó a Brent 1,000 dólares y fue cortado en 7 pedazos con un disco especial de corte de diamante. Después, ensambló de regreso el auto en una base de madera, usando más de 200 tornillos especiales y remaches para mantener todo en su lugar.
Para poder ser un simulador más realista , se echa mano de un procesador de última generación i9, con tarjeta gráfica con 8 GB de procesamiento, además de un sistema operativo reciente especializado para computadoras “ gamers ”.
Como buen simulador cuanta con un volante, columna de dirección y pedales en la cabina, además de un sonido envolvente firmado por Harman Kardon. El volante fue montado en el mismo lugar que el de fábrica gracias a un adaptador y se mantuvo el asiento original del auto para darle un toque más realista.
Todo esto se ve reflejado en una pantalla de 49 pulgadas curva que ocupa el lugar del parabrisas, dando como resultado un simulador que pone a soñar a todos los fanáticos de los autos y los videojuegos.
En total, Cheney gastó 6,500 dólares en su proyecto, que le tomó 8 semanas en completar , nada mal si contemplamos que era la primera vez que realizaba algo de este estilo con puros tutoriales de YouTube.
Todo el proceso está documentado en su canal de YouTube, por si te interesa realizar algo similar.