La década de los 90 fue una época de opulencia en la F1 . Gracias al interés de muchas marcas por competir en la máxima categoría, había hasta 30 monoplazas en la parrilla de salida, por lo que existía un esquema de “preclasificación” que dejaba en la pista solo a los mejores del fin de semana.

A pesar de saber que no todos competirían en el fin de semana, el estar presentes en la F1 representaba una gran estrategia de mercadotecnia para muchas empresas. En este sentido, las inversiones privadas eran más que frecuentes en los equipos pequeños.

Sin embargo, había empresarios con tanto dinero que podían crear su propio equipo. Tal es el caso de Fernando González Luna, un adinerado ciudadano de Jalisco que tenía el sueño de formar la primera escudería 100 por cien mexicana en la F1. No obstante, las cosas no salieron como se pensaban y, de la noche a la mañana, lo que parecía ser sumamente prometedor resultó ser una estafa.

GLAS, el equipo mexicano de Fórmula 1 que resultó ser una estafa
GLAS, el equipo mexicano de Fórmula 1 que resultó ser una estafa

Chrysler y Lamborghini eran parte fundamental

Pocas personas recuerdan que, en 1987, Chrysler compró a Lamborghini para salvarla de la bancarrota. El primer encargo de Lee Iacocca, director de Chrysler, a la empresa italiana fue el desarrollo de un motor V12 para competir en la F1.

Para esto, reclutó a un ingeniero de Ferrari, quien diseño el motor de 3.5 litros que debutaría en 1989. La historia de este motor en la F1 ya la contamos en otro artículo, pero fue parte importante en el desarrollo de GLAS , pues serían aquellos que dotarían al equipo mexicano de un motor y monoplaza.

Con Lamborghini en problemas financieros, se apareció Fernando González Luna en las oficinas de la marca, presumiendo sus enlaces con la política nacional y una fuerte cantidad de dinero. La idea del mexicano era desarrollar un equipo de F1 patrocinado por Pemex, con un presupuesto anual de 20 millones de dólares, una cifra impresionante para la época.

Lamborghini resultó sumamente atraído ante el proyecto, pero solicitaron un adelanto al empresario mexicano. Fernando respondió diciendo que tenía otras opciones si ellos no aceptaban, metiendo presión a la armadora italiana para firmar un contrato sin haber recibido un solo peso.

Finalmente, Lamborghini aceptó con la promesa de que, una vez entregado el primer monoplaza, González Luna entregaría el dinero acordado. El desarrollo fue supervisado por el ingeniero que creó el motor V12 y, en cuestión de unos meses, el GLAS-001 ya era una realidad.

GLAS, el equipo mexicano de Fórmula 1 que resultó ser una estafa
GLAS, el equipo mexicano de Fórmula 1 que resultó ser una estafa

Una estrategia de mercadotecnia interesante

En noviembre de 1989, GLAS anuncia con bombo y platillo su futura llegada a la F1 de la mano de Lamborghini. A pesar de no haber mostrado imágenes oficiales del monoplaza o sus planes de competencia, el simple hecho de tener a Pemex y Lamborghini en un mismo equipo atrajo la inversión de varios empresarios internacionales.

GLAS nombró a Giovanni Aloi como su piloto principal. Realizó algunas pruebas en Imola mola y Monza, pero el auto siempre mostró una velocidad menor a la que supuestamente podía alcanzar.

No obstante, Fernando González Luna seguía captando patrocinadores para el equipo. El empresario siempre prometía un retorno de inversión luego de las primeras carreras de la escudería, pero las cosas comenzaban a complicarse para los inversionistas.

Al verse presionado, González Luna anuncia que, por primera vez, presentarán oficialmente al equipo y monoplaza en México , el jueves previo al GP de nuestro país. Lamborghini acordó con Fernando el envío del monoplaza directamente desde Italia hasta México y una semana antes de su presentación ya estaba empacado y listo para ser enviado.

Lamborghini envió el GLAS-001 a París, pero se encontraron con que González no había pagado la totalidad del transporte y el auto estaba detenido en aduanas. Comenzaron a llamar a la oficina del empresario, pero jamás les contestaron, lo que levantó sospechas de la empresa italiana.

De un día para otro, Fernando González Luna desapareció y nadie podía encontrarlo en ningún lado. Algunos rumores decían que se declaró en bancarrota y huyó del país con el dinero de los inversionistas privados.

A pesar de esto, Lamborghini tenía esperanzas de seguir con el proyecto, por lo que continuaron con algunas pruebas en sus instalaciones mientras encontraban un nuevo patrocinador para el equipo.

Se rumoró por mucho tiempo que un conglomerado de empresarios mexicanos (entre ellos Slim) tomarían parte del equipo. Igualmente, sonaba el apellido Abed para ser los nuevos dueños, pero jamás se concretó nada.

Para julio de 1990 , Carlo Patrucco compró lo que había de GLAS y fundó el equipo Modena , con una historia completamente diferente.