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Aquí tenemos dos opciones más que parejas dentro de su segmento. Sus similitudes van desde las proporciones, equipamiento y precio, pero será necesario ir paso a paso para comprender cada una de las propuestas y sus puntos fuertes.
Si bien el diseño en lo general es un tema muy subjetivo, encontramos un enfrentamiento de filosofías que promete mucho. En el caso de Hyudai Palisade , los rasgos dramáticos de la parrilla tienden más a jugar con los volúmenes y texturas, mientras que en la Chevrolet Traverse la orientación es más a la agresividad característica de los modelos de la firma americana.
A pesar de que ambas tienen proporciones similares, hay cerca de 20 centímetros de diferencia entre modelos. Palisade cuenta con un largo de 4.9 metros, mientras que Traverse presume una extensión de 5.1 metros. Esto, indirectamente, se traduce en más espacio para la tercera fila de asientos en la Traverse.
En cuanto a equipamiento, nos encontramos con dos filosofías que, si bien cumplen con creces su finalidad principal, son interpretaciones diferentes.
Por un lado tenemos a Hyundai Palisade , que toma como carta fuerte un diseño vanguardista para el interior y lo acompaña con elementos de última generación, como un cluster 100 por ciento digital o un selector de velocidades por botones.
Por el otro lado, Chevrolet Traverse apuesta por un lenguaje más tradicional y duradero al tiempo. En este caso, la pantalla central es más pequeña que su contraparte coreana; la calidad de los materiales es más “generalista” pero se brinda una sensación de resistencia al trato rudo mucho mayor en comparación a su competidora coreana.
Como era de esperarse por las demandas de los consumidores del segmento, ambas son similares en muchas partes, incluso en el precio final a pagar.
Chevrolet Traverse tiene un costo de $1,069,900 pesos , mientras que Hyundai Palisade se coloca en el mercado por $1,081,100 pesos. Durabilidad y robustez o tecnología y diseño propositivo: esas son las diferencias.
Si bien en el papel los datos que nos encontramos son muy parecidos en cuanto a planeamiento mecánico, hace falta ponerse al volante de cada una de las aquí analizadas para descubrir que las diferencias son más de las que sospechamos.
Empecemos por lo primero. Debajo del cofre de la Hyundai Palisade encontramos un V6 de 3.8 litros , mientras que en la Traverse el bloque es similar, pero el desplazamiento se reduce a 3.6 litros. Esto en cifras genera un cambio de apenas 14 caballos de fuerza (291 hp frente a 305 hp) y 2 lb-pie de par (260 lb-pie frente a 262 lb-pie). Sin embargo, hay dos elementos que transforman lo que significan estos datos: el peso y la transmisión.
En cuanto a peso, la Hyundai es la más pesada, pues declara un peso bruto de 2,600 kg, mientras que en la Traverse el peso se ubica debajo de las dos toneladas. Esto tiene relación directa con la sensación de mayor explosividad o contundencia en la Traverse cuando se trata de hundir el pie en el acelerador.
Tal vez la elasticidad en el motor de la Hyundai se perciba mejor, pero a la Chevrolet le cuesta menos trabajo ganar velocidad. En ambos casos nos encontramos con una transmisión automática. Sin embargo, es de ocho velocidades en la coreana, mientras que en la americana es de nueve.
Esto nos deja entrever que, a velocidades crucero en carretera, el motor podrá rodar más descansado en Traverse , lo que reduce el ruido que se cuela al interior y también incide directamente en los consumos, aunque este último punto depende más de la anatomía del pie de quien conduce.
Finalmente, en cuanto a calidad de marcha, la oriental ofrece un aislamiento del habitáculo mejor logrado y una suspensión suave que privilegia la comodidad. Este mismo enfoque se ve en la americana. Sin embargo a momentos se le percibe más seca al filtrar baches e imperfecciones en el camino.
Determinar un ganador puede ser complicado cuando se tienen dos productos tan redondos y bien logrados. Sin embargo, es buena noticia cuando las cartas están sobre la mesa y se debe tomar una decisión.