En una locación privada, con un recorrido off-road “de probadita”, medios mexicanos tuvieron el primer contacto con la actualización de Ford Lobo en la capital regia, un lugar estratégico puesto que la cercanía con ranchos y estilo de vida se conjugan para que posibles clientes puedan verla rodar mientras la prueba de medios se llevaba a cabo.
Algo que caracteriza a este lanzamiento, independientemente de su secrecía, es el amplio abanico de opciones disponibles para ajustarse específicamente a la necesidad que el consumidor tiene definida para la Ford Lobo, de las más vendidas de su segmento. Alternativas de motorización, nivel de equipamiento, e incluso la disponibilidad de plataforma híbrida están a la orden, asegurando el ajuste perfecto para la diversidad de aplicaciones que sus conductores buscarán.
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Las combinaciones se basan en una combinación común: larguero de acero alta resistencia con carrocería de aluminio. A partir de allí se desprenden las opciones de equipamiento bajo las denominaciones conocidas: Lariat, Platinum, y llegarán las retadoras Tremor y Raptor, eventualmente, incluso se menciona una Raptor R. Todas las versiones bajo la marca Lobo son doble cabina con tracción 4x4.
Las motorizaciones incluyen 3.5 litros EcoBoost, y 3.5 PowerBoost híbrido, para las versiones Lariat, Platinum y Platinum Plus HEV. Llama la atención esta alternativa de motorización híbrida, pues la experiencia que hemos tenido con Ford y la hibridación es que, con cierta moderación por parte del conductor, y cargando por las noches su batería, es posible pasar un mes entero sin visitar una estación de gasolina cuando se le da un uso tranquilo. Habrá que ver si para Lobo estas capacidades de máximo ahorro llegan a presentarse de la misma manera.
Ya que mencionamos Platinum, la favorita de un segmento de comprador estará en la versión de acabados en negro. Su opuesta en concepto es la Lariat, con abundancia de cromo en diversidad de componentes estéticos exteriores. La actualización es notoria al ojo del no conocedor en la novedad de diseño en sus faros, rines, calaveras y parrillas.
Tuvimos oportunidad de conducirla en un camino de grava suelta, cruzar algunos pasos de piedra modestos, y la armadora fue discreta en la dificultad ofrecida dejándonos con deseo de llevarla al extremo, dejando este carácter para próximas pruebas. Ford Lobo ofrece seis modos de manejo, pero para esta prueba bastó y sobró con el “off road” ligero, por ahora. Para este vehículo la mencionada grava no le sirve ni de arranque, pero un auto regular habría requerido ser extraído seguramente con malacate. Destaca también la bajísima proporción de sonidos externos que llegan al interior de la cabina, ofreciendo un centro de trabajo privado en medio de zonas contaminadas de ruido.
En esta aproximación con Ford Lobo notamos en particular el ingenio de sus desarrolladores, el cual se halla presente en multitud de detalles de utilidad. Un ejemplo está en los accesorios ocultos en la tapa de batea, pues de ésta se proyectan un bastón para usarlo como barandal, además de un escalón. Parecería un accesorio de James Bond, pero realmente pueden salvar las rodillas de un usuario poco adepto a dar saltos, estando además diseñados para el uso rudo típico que recibe este vehículo. Además de estos implementos de acceso, la tapa de batea tiene accionamiento de subida y bajada servoasistidos. Otra opción de valor está en la potente iluminación exterior por zona, que torna la noche en día facilitando acampar, trabajar o buscar algún anillo de compromiso extraviado.
De la batea también se puede obtener carga eléctrica a 2, 2.4 kilowatts e incluso la armadora tiene opción de 7.2 kilowatts, para brindar poder a herramientas, centros de trabajo remoto y demás necesidades de trabajo o recreación. En la cabina ofrece cargador inalámbrico, y conexiones USB A y C, además de 110 voltios.
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Para usuarios de Ford Lobo con ánimo de máxima deportividad, la armadora está trabajando también en las versiones Tremor y Tremor High, éstas llegarán aparentemente en el mes de mayo a nuestro mercado. Un escalón aún más extremo estará en las versiones Raptor, de las cuales se contará con motorización V6 3.5 litros, y estará disponible para los más voraces un V8, en la Raptor R.
Quienes utilicen Ford Lobo para remolcar podrán aprovechar dos sistemas dedicados a su comodidad y seguridad: el Pro Trailer Backup Assist. Con este auxiliar de estacionamiento en reversa basta girar una perilla en el tablero para que el sistema dirija el remolque hacia el lado indicado, con la camioneta accionando el volante por sí misma, con lo cual se evita el típico ir y venir inverso, causado por la característica contraintuitiva que se presenta al efectuar estas maniobras. Un sistema más para remolcar está en el Pro Trailer Hitch Assist, con el cual el vehículo, leyendo las cámaras de seguridad, acelera y frena hasta poner justo al alcance la bola de acople. La asistencia dinámica de enganche ayuda a lograr un acople sin necesidad de acompañante para guía. La capacidad de remolque es de 5 mil 942 kilos, mientras que en la caja de carga cuenta con una capacidad nominal de 800 kilogramos.
Para quienes disfrutamos llevar a plenitud las capacidades de estos vehículos, es siempre una experiencia agradable estar cerca de una Ford Lobo, pero disfrutamos más adentrándonos en parajes remotos en lugar de una segura y discreta pista.
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