La época actual se destaca por su conectividad omnipresente, al menos en intención, aunada con las redes sociales y sus dinámicas de like y share. Se suma a este panorama la aspiración al viaje permanente de los millennial y el rumbo pareciera requerir alternativas como un patín del diablo eléctrico o una tabla de surf que tome selfies, pero para Ford el punto es muy claro: ofrecer productos que permitan a sus usuarios libertad de movimiento más allá del 9 a 5 y que sean escuderos de aventuras a voluntad.
Un ejemplo de esta propuesta se halla en nuestro mercado con la Ecosport, en particular con la edición que tuvimos en prueba de manejo, la Titanium . Lejos quedaron los tiempos en que un viaje implicaba abordar un buque del asfalto como Gran Torino. Una opción con la altura al piso de esta SUV permite al usuario relajarse un poco ante la abundancia de baches mientras que su economía de consumo de hasta 22 kilómetros por litro permiten liberar recursos para disfrutar el viaje.
El principal responsable de este indicador es el motor 2.0 litros GDI de 164 caballos y 146 libras pie de torque. En la versión Titanium la operación de sus 6 velocidades está disponible vía paletas al lado del volante, funcionalidad que dejó de ser sólo para Turismos de alto desempeño y que brinda una experiencia más entusiasta en ruta.
Ford EcoSport Titanium
ofrece también faros de halógeno, asistente en pendientes ascendentes, limpiaparabrisas automáticos con sensor de lluvia, conectividad SYNC con CarPlay y Android Auto, accesible desde su pantalla central táctil de 8 pulgadas. La travesía se vuelve más disfrutable con amenidades como quemacocos eléctrico, faros de niebla y controles en el volante y de serie el enfriador para la guantera.
Un par de detalles atractivos para el turista con miras a disfrutar las ciudades coloniales de nuestro país es, en primer lugar, la cámara de reversa con alertas que permite aprovechar espacios más estrechos para estacionarse. El segundo detalle es la amable absorción de irregularidades de la suspensión por lo que los empedrados de Guanajuato o Querétaro no serán problema.
La unidad de prueba que tuvimos oportunidad de manejar, en color Azul Relámpago, llama la atención por su línea exterior, atractiva sin ser estridente, al grado que algunos entusiastas ya nos estaban pidiendo información para lanzarse de inmediato a ver opciones en piso de venta.
Ayudan a realzar el atractivo los faros de niebla y los rieles de techo en color aluminio. Esta característica, así como la parrilla cromada están disponible actualmente sólo en la versión Titanium, igualmente las llantas 205/50V montadas en rines 17 pulgadas, los faros de conducción diurna LED, y el sistema de autoencendido de las luces son sello de esta versión.
Las capacidades dinámicas de este práctico utilitario tienen como protagonista la agilidad en su dirección, así como la rápida y lineal respuesta del 2.0 litros. No es ninguna “burrita”: se mueve con ánimo entre el tráfico y los rebases en carretera los realiza sin demoras. Es un alivio para el conductor la respuesta directa y lineal del motor al acelerar.
El voluminoso espacio de carga tiene cómodo acceso a través de una puerta de apertura lateral en la cual va montada la llanta de refacción, evitando que necesitemos bajar todo el equipaje al piso para realizar la sustitución de neumático.
En cuanto a seguridad, además de bolsas de aire frontales, laterales y tipo cortina ofrece dirección eléctrica de respuesta variable, frenos antibloqueo con asistencia de frenado de emergencia y sistema de distribución electrónica.
Un área de oportunidad es que tiene especificados frenos de tambor en el eje trasero, configuración que no resulta la más atractiva ante el mejor desempeño del disco. Una funcionalidad que también le vendría bien a Ecosport es la opción de ofrecer tracción integral para quienes buscan una experiencia de viaje fuera del asfalto.
Como conjunto, la oferta de dinamismo, equipamiento y vivencia día con día que ofrece Ecosport Titanium la hacen una opción atractiva para el conductor joven o veterano que buscan un vehículo práctico para pasar menos horas en el ámbito de lo virtual y los likes, para disfrutar más en el mundo real, con los retos que esto conlleva pero con unos “me gusta” mucho más memorables.