Las pruebas de choque se realizan para evaluar el comportamiento que tienen todos los sistemas de seguridad de los autos nuevos, así como para medir posibles daños a los ocupantes. Si bien, cada vez existen coches que protegen mejor a los ocupantes, el IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) llegó a una nueva manera de ver el daño de los pasajeros.
Esto se remonta a algunos meses atrás, cuando el Instituto actualizó la manera en que se califican las pruebas de choque en todos los segmentos de auto. Esto responde al creciente tamaño de los autos y a que se le había estado perdiendo atención a los dummies traseros.
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En su último anuncio, el IIHS evalúa vehículos medianos, donde se encuentran autos como el Honda Accord o el Subaru Outback. Lo que plantean es que el nivel de seguridad, con bolsas de aire y cinturones de última generación, son excelentes al momento de proteger al conductor y pasajero.
Sin embargo, los que viajen en el asiento trasero corren el riesgo de sufrir lesiones internas de pecho, cabeza o submarinaje. Esto último significa que se deslicen ligeramente por debajo del cinturón de seguridad, lo que podría causar daños a órganos.
En este sentido, el Accord y Outback fueron los mejor calificados, pero es un espacio en el que todas las marcas en todos los segmentos deben de trabajar para evitar que quienes viajen en el asiento trasero golpeen con partes duras o salgan de la zona de protección.
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Y no, no es que sea un lugar en extremo inseguro, sino que podría mejorar considerablemente tomando en cuenta que en los asientos delanteros se añaden las últimas innovaciones en el tema. Por ello, el asiento trasero es el mejor espacio para que niños viajen con los sistemas de retención.
Al ir afianzados al asiento con los anclajes ISOFIX es que se mantendrán en su sitio en caso de choque, mientras que no tener una bolsa de aire frente a la cara resulta, en este contexto, ideal para no sufrir asfixia o graves daños, pues la anatomía infantil todavía es frágil a comparación de un adulto.