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Las alergias son aquellas reacciones exageradas por parte del sistema inmunológico a determinados elementos (llamados alérgenos ) que en la mayoría de la gente no causan problema alguno. Representan una de las enfermedades crónicas más frecuentes, es decir, no se curan, pero es posible tratarlas para controlar sus síntomas, los cuales podrían poner en aprietos a los automovilistas.
“Simplemente, el cerrar los ojos para estornudar nos hace perder alrededor de 20 segundos de la visión y, por lo tanto, un aproximado de 600 metros que no vemos y no sabemos qué pasó. Las alergias son el principal detonante de estornudos y hay alrededor de 15 millones de personas con alergias ”, advierte la doctora Laura Jessy Chávez, especialista en enfermedades cardiovasculares y gerente médico de la línea cardiovascular de Laboratorios Silanes.
De acuerdo con la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP), a finales de abril y en mayo se presentan varios casos de rinitis alérgica estacional (también conocida como fiebre del heno) debido a los pequeños granos de polen que desprenden los árboles. Es el tipo más común de alergia y el cuadro será peor “en los días calurosos y secos, cuando el viento transporta el polen y se inhala fácilmente”.
Entre los síntomas más reportados destacan tos, comezón, secreción nasal, congestión nasal, dolor de cabeza y/o de garganta, presión en la nariz y las mejillas, sensación de taponamiento de los oídos, ojos llorosos, rojos o hinchados, y urticaria. Sin embargo, “los estornudos ocurren con más frecuencia con la fiebre del heno. Incluso, puedes tener ataques fuertes de estornudos ”, indica la AAFP.
La Academia añade que, de no tratarse, la rinitis alérgica llega a perjudicar nuestros hábitos de sueño pues es factible que los síntomas nasales empeoren al acostarte. Esto, por ende, genera fatiga y dolor de cabeza, los cuales son una pésima combinación para alguien que está conduciendo un vehículo.
Dado que la rinitis alérgica provoca una inflamación en el revestimiento nasal, “aumenta la sensibilidad a las sustancias que se inhalan”, explica la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI). Así pues, además del tipo estacional, existe una rinitis perenne desencadenada por “ alérgenos comunes de interiores, como la caspa y saliva animal, el moho, los desechos de los ácaros de polvo y los restos de cucarachas”.
Para evitar que las señales de las alergias empeoren mientras vamos en el auto, es muy importante conservar siempre limpias las alfombrillas y zonas tapizadas; aspirarlas, al menos, una vez a la semana; o, bien, sustituir las alfombrillas si son de moqueta.
También es recomendable mantener las ventanillas cerradas (durante las temporadas altas de polen); cambiar los filtros y dar mantenimiento con frecuencia al sistema de aire acondicionado , así como no ponerlo a temperaturas muy frías; y no fumar o llevar a un fumador a bordo.
En cuanto al tratamiento, los antihistamínicos son de las opciones más populares pues ayudan a reducir los estornudos , el goteo nasal y la comezón. Asimismo, para algunos casos funcionan los descongestivos, pero requieren supervisión médica ya que pueden causar adicción o elevar la presión arterial. Otra alternativa son los aerosoles nasales y las gotas oftálmicas.