Hay pilotos que sobresalen del resto en la Fórmula 1. Hoy en día tenemos nombres como Lewis Hamilton, Max Verstappen y el propio Sergio Pérez. Hace algunas décadas, los más sonados eran Ayrton Senna , Alain Prost y Niki Lauda.
Sin embargo, hay un gran número de pilotos que pasan por la máxima categoría del automovilismo sin pena ni gloria. Tal es el caso de Érik Comas , piloto que llegó con 27 años a la Fórmula 1, una eternidad después si lo comparamos con las jóvenes promesas actuales.
No obstante, era el campeón de la Fórmula 3000, la antesala de la F1 y en Francia tenía un gran número de victorias. A pesar de que su paso por la Fórmula 1 es poco recordado por su desempeño medio, su lado humano es el que lo hace sobresalir.
Comas era gran amigo de Ayrton Senna. Entre ellos había respeto, lealtad y compañerismo y toda la parrilla lo sabía. Esto sobresalió en el Gran Premio de Bélgica de 1992, cuando Érik Comas sufrió un accidente en los entrenamientos del viernes. Comas perdió la parte trasera de su monoplaza casi a 300 km/h y chocó contra el muro de contención.
El piloto francés recibió un golpe directo en la cabeza por parte de una llanta, dejándolo inconsciente y con el pie en el acelerador inyectando combustible al motor V10 de origen Renault. Ayrton Senna estacionó su monoplaza unos cuantos metros atrás y corrió a toda velocidad para apagar el motor de Érik y asistirlo en lo que llegaban los médicos del circuito.
Esto salvó la vida de Comas, ya que el motor pudo haberse incendiado en cualquier momento. Los comisarios quisieron ayudar, pero Senna no les dejó tocar al piloto, ya que él sabía como tratar este tipo de accidentes. Senna salvó la vida de Érik Comas , mismo que retomó su carrera en la F1 a la próxima temporada, ahora corriendo para el equipo Larrousse.
Llegó el primero de mayo de 1994, el día más triste en la historia de la F1 según los propios organizadores de la carrera. En Imola sufre un accidente Ayrton Senna, mismo que le provoca la muerte en el circuito.
Comas pasó a un lado del monoplaza de su amigo, pero no pudo detenerse en ese momento. Llegó al garaje del equipo y recibió noticias de Senna, quien estaba sumamente herido.
Comas escapó del box del equipo Larrousse y se subió a su monoplaza. Arrancó a toda velocidad fuera del pit lane y llegó a la curva donde seguían atendiendo a Senna. Ahí, se encontró un helicóptero a la mitad de la pista, esperando para trasladar a Ayrton .
Los auxiliares de pista detuvieron a Comas y no le permitieron bajarse del coche para auxiliar a su amigo. Se dice que, de haber podido detenerse al momento del impacto y asistirlo tal y como Senna lo hizo con él, los daños habrían sido menores.
Ayrton Senna había muerto. la FIA ordenó que la carrera se reanudara, pero Érik Comas fue el único de todos que se negó a continuar. Comas se quería retirar inmediatamente de la F1, pero el equipo no se lo permitió.
Al acabar la temporada de 1994, Érik Comas se despidió de la máxima categoría y pasó muchos años sin comentar nada sobre el accidente. Después, realizó algunos apuntes sobre lo que sentía ese día.
“Me quedé paralizado, porque me encontraba al lado del hombre que me salvó la vida unos años antes y yo no pude hacer nada por él. Me sentí muy mal, yo llegué demasiado tarde,” comentó Comas.