En la década de los 80, la industria automotriz atravesaba por una transformación importante. Gracias a la globalización, poco a poco las marcas americanas comenzaban a adoptar ciertas ideas de otros productos europeos, y una de ellas era la fabricación de un deportivo de motor central.
Una de estas marcas americanas que volteó a ver las creaciones europeas fue Ford . Motivados por icónicos deportivos con motor detrás del conductor, los ingenieros de la firma del óvalo azul pusieron manos a la obra y desarrollaron un programa secreto para fabricar su propio vehículo con esta configuración mecánica.
Bajo el nombre de GN34 Project , una serie de ingenieros de Ford se presentaron en las oficinas de Detroit de la marca y detallaron su idea. La mesa directiva resultó atraída por la propuesta y dieron luz verde con una sola condición: mantener en secreto el desarrollo, incluso para propios empleados de la marca.
A mediados de los 80 comenzaron con las primeras pruebas. Todo comenzó con un Ford EXP de primera generación al que le montaron una carrocería más ancha en la parte posterior. La ventana trasera estaba completamente cubierta para evitar miradas de curiosos, había cuatro salidas de escape y, al pasar, el característico sonido del motor V6 de Yamaha era notorio.
Pasaron algunos meses y, por casualidad, la revista Autoweek encontró a este prototipo rodando por las calles. Según cuentan, Ford negó que estuvieran desarrollando algún producto y llamó a este avistamiento una “creación de algún fanático”.
La realidad era completamente diferente. El departamento encargado de hacer las pruebas era SVO. Las primeras pruebas con el Ford EXP fueron un éxito, por lo que decidieron comenzar con los diseños de carrocería para el modelo, que aún no tenía nombre.
El encargado de comenzar con el proyecto de diseño fue Ghia. No existen fotos del primer prototipo, pero algunas personas aseguran haberlo visto rodando por las instalaciones de la marca con una estilo similar al Ferrari Testarossa. Según un trabajador del proyecto, se probaron varios motores V6 y V8 para saber cuál podría ser el más viable.
No querían usar el clásico motor V8 de 5.0 litros porque les parecía poco tecnológico, pero tampoco tendrían a tiempo el bloque 4.6 litros de nueva generación, por lo que decidieron usar un V6 351 para continuar con el desarrollo del GN34 .
El proyecto avanzaba a pasos agigantados y Ford comenzaba a revelar ciertos detalles de su deportivo de motor central. Uno de los cambios importantes durante su desarrollo fue el hecho de montarle en la parte centrar el motor V6 del Taurus SHO . Era una apuesta alta, pero resultó ser el motor ideal para la finalidad del auto.
El desarrollo continuó hasta la etapa de pruebas dinámicas. El piloto encargado de realizarlas era el mismísimo Sir Jackie Stewart y, según cuentan, le tomaron un par de fotos que muchos años después fueron publicadas en un blog de internet.
Curiosamente, el blog desapareció y nadie más tiene acceso a esas fotografías. Sin embargo, la popularidad del deportivo de motor central de Ford comenzaba a crecer. Pasaron algunos meses y, de la noche a la mañana, Ford decidió cancelar el programa GN34. Mandó a destruir todos los prototipos fabricados, eliminar las fotos tomadas y borrar los datos mecánicos del proyecto.
Al día de hoy, la cancelación del GN34 es misteriosa, pero se dice que fue por temas económicos. Ford tenía dos propuestas interesantes en la mesa; por un lado el deportivo de motor central y del otro la primera generación de la Explorer.
De todas las unidades de pruebas usadas en el desarrollo, sobrevivieron solamente dos unidades. Ambas se encuentran en una colección privada perteneciente a Jack Roush. El ejemplar rojo con el motor del Taurus SHO y transmisión manual de 5 velocidades está prácticamente nuevo. El prototipo negro con motor V8 351 tiene detalles, no arranca y, según su dueño, le hacen falta componentes de la suspensión.
Los ejecutivos tomaron una decisión y cancelaron el deportivo para darle paso a una camioneta que vendería más unidades y, por lo tanto, mejoraría la economía de la marca. Esta fue una idea brillante en términos financieros, pero decepcionaron a algunos fanáticos que esperaban con ansias el modelo.