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La historia comienza en 1968, cuando este Ford Mustang fue conducido por Steve McQueen durante la película Bullit. Esta persecución marcó el inicio del papel protagónico de los autos en las películas de acción, y se ha convertido en una escena de culto.
Si bien se utilizaron dos Ford Mustang iguales para esta persecución de 10 minutos, este ejemplar fue el que más kilómetros recorrió durante la filmación, bautizado como “auto héroe” por la cantidad de escenas que realizó.
McQueen consideraba a este coche más como un personaje que como un objeto, así que fue modificado para cumplir con sus tareas dentro del filme. El motor se retocó para ser ligeramente más potente y ruidoso, el color de pintura fue especial para este modelo y se le removieron las luces de reversa y emblemas en la parte trasera.
También tiene unas ligeras extensiones en la carrocería para poder albergar las cámaras necesarias durante las escenas de acción, así como tres tubos de metal soldados en la parte baja de manera perpendicular que servían de base para las cámaras más grandes.
Luego de que cumplió su papel en la película, el auto fue comprado por un empleado de Warner Bros, Robert Ross, quien lo utilizaba de manera constante en su día a día. Luego fue vendido al detective de Nueva Jersey Frank Marranca, quien sacó un certificado de autenticidad sobre la procedencia del Mustang .
Marraca tuvo el auto por casi 4 años, y lo vendió en 1974, pasando a las manos de Robert Kiernan por solo 6 mil dólares, que hoy en día podrían ser traducidos gracias a la inflación en aproximadamente 30,000 dólares.
Algunos rumores indican que McQueen trató de comprarle el auto a Kiernan , pero el se negó rotundamente todas las veces que se le hizo una oferta.
Robert murió en el 2014, con el auto aun en su posesión, que fue heredado a Sean, su hijo. Él se encargó de ponerlo al día, reparar los desperfectos y tenerlo listo para el lanzamiento del Ford Mustang Bullit 2019 en el NAIAS.
Ahora, el auto saldrá a subasta con un motor V8 practicamente reconstruido, del cual se conservan partes originales de acuerdo a lo comentado por Sean.
Mecum, compañía encargada de la subasta, no tienen un estimado de lo que se podrá recolectar en este evento, pero hace un par de años se estimó de manera externa por Hagerty, otra empresa subastadora, que se podían alcanzar hasta los 4 millones de dólares por este ejemplar gracias a su particular historia.