Más Información
Combinar el mundo de los coches y el de la moda trae resultados bastante exóticos. Tal es el caso de este Bugatti Chiron , conocido en Francia como el “Chiron habillé par Hermès”. El hiperdeportivo adoptó este nombre luego de ser totalmente personalizado con la ayuda de un diseñador de alta gama, quien hizo de este coche francés un ejemplar aún más exclusivo.
Uno de los aspectos que hacen único a este modelo es su color. El tono de pintura exterior lleva el nombre de “craie”, que se traduce como gis. Esto se debe a que el tono blanco del modelo se derivó del gis, además que cuenta con detalles provenientes de una bolsa cortesía de Hermès , compañía de modas francesa.
La razón por la que la bolsa está en el automóvil se debe al empresario Manny Khoshbin , quien cuenta con una serie de autos exóticos y únicos, por lo que este Bugatti no sería la excepción.
Khoshbin cuenta con dos Bugatti Veyron en su colección, y decidió hacer algo especial con el Chiron. “Cuando ví el Chiron por primera vez en el 2015, fui uno de los primeros clientes en el mundo en reservar un modelo, pero uno de los últimos en recibirlo. La razón de la entrega posterior fue gracias a mí”, mencionó.
El Chiron cuenta con un solo color en casi todo el vehículo (exteriores e interiores). Lo único que cambia es el tono de las pinzas de freno, que están pintadas en color rojo. Para obtener el tono que Manny deseaba, la marca francesa llevó el automóvil a París para que Hèrmes trabajara en él.
La piel de los asientos, la consola central, la línea interior característica de la firma, el techo y los paneles traseros, además de las manijas de las puertas fueron diseñadas por la marca de moda parisina. La piel del tablero y en algunas otras áreas fue diseñada por Bugatti, pero serán cambiadas en cuanto el modelo pase las pruebas de seguridad.
“El pedido de este Chiron especial implicó dos visitas a Hèrmes en París con el fin de discutir el tema de diseño, la realización del interior y ver el progreso. Entre el equipo de Hèrmes, los diseñadores de Bugatti y yo intercambiamos cientos de correos electrónicos”, mencionó Khoshbin .
“Me tomé mi tiempo para diseñar el auto y esa fue una decisión muy consciente; este es un auto que algún día le entregaré a mi hijo, vivirá por generaciones”, añadió.