A más de 13 mil kilómetros lejos de casa, mientras millones de sus compatriotas desayunaban o iban despertando para disfrutar de su descanso dominical, el piloto mexicano Sergio Pérez defendía con uñas y dientes el tercer lugar en el Gran Premio de Bahrein de 2014 .
Aquel 6 de abril, enfundado en el nómex de Force India , 'Checo' partió de la cuarta posición en la parrilla del Circuito Internacional de Bahrein y, a lo largo de 57 vueltas, brindó momentos vibrantes. Primero, peleó con el brasileño Felipe Massa y, más tarde, sostuvo un intenso combate contra su entonces coequipero, el alemán Nico Hulkenberg .
Pero a tres vueltas del final, al jalisiciense le llenó los espejos el australiano Daniel Ricciardo , quien venía 'volando' en su Red Bull desde el lugar 13 que ocupó en la largada. Sin embargo, Pérez soportó la presión y subió a un podio de Fórmula 1 por cuarta vez en su trayectoria, tras las alegrías cosechadas en Malasia, Canadá e Italia. Además, ese tercer lugar representó un bálsamo para el mexicano después de un 2013 para el olvido en McLaren .
Adelante del tapatío cruzaron los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg (¡qué novedad!), protagonistas de un sinfín de adelantamientos donde lo único seguro era el 1-2 para las 'flechas plateadas' . Al final, fue el británico quien recibió la bandera a cuadros, con poco más de 24 segundos de ventaja sobre Pérez .
La otra cara de la moneda...
Ese día, seis de los 22 volantes que iniciaron la cita nocturna en el desierto de Sakhir no concluyeron la carrera. Entre ellos estuvo el regiomontano Esteban Gutiérrez , cuyo Sauber giró de manera dramática luego de ser impactado por el Lotus del venezolano Pastor Maldonado . Por fortuna, 'Guti' abandonó por su propio pie el monoplaza y todo quedó en un susto.