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Tras confirmarse la muerte de la leyenda de la máxima categoría del automovilismo, Niki Lauda , recordaremos el trágico accidente en el Gran Premio de Alemania 1976 , el cual le dio un giro de 180 grados a su vida.
A mediados de la década de los 70, la Fórmula 1 se encontraba en su pleno apogeo como una categoría más del automovilismo, a su vez, las rivalidades en la pista eran cada vez muy notorias tal es el caso de Niki Lauda con el británico James Hunt.
Ambos desafiaban los límites de la velocidad sin importar que hubiera un mañana, pues el hambre y sed de coronarse como campeones generaba más presión en ellos.
El 1° de agosto de 1976, se corrió la séptima fecha del campeonato en el circuito de Nürburgring, Alemania . Niki Lauda llevaba una gran ventaja en la clasificación general, por lo que se pensaba que repetiría los buenos resultados en su título mundial del 75.
Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado en aquella carrera ya que en la curva 14, el austriaco perdió el control de su monoplaza y se estampó en el muro de contención. De inmediato las llamas cubrieron su Ferrari 312T2.
Tres pilotos se detuvieron para ayudar a Lauda a salir del auto: Brett Lunger fue el encargado de salvarle la vida junto con Harald Eartl y Arturo Mezario, cada uno buscó la manera de ayudarlo y de que las llamas no lo consumieran.
Mientras que el austríaco Ertl descargó un matafuegos sobre las llamas, el italiano desabrochó su cinturón, el cual tenía un agarre distinto al de la mayoría de los monoplazas que participaban en la Fórmula 1 . Finalmente, el norteamericano Lunger abrazó a Lauda y lo sacó de lo que quedaba del Ferrari.
Desde el momento en que lo sacaron de su auto, Niki no recordó nada hasta que despertó y estaba internado en una clínica de Ludwigshafen, en donde los médicos lo trataron por múltiples quemaduras de tercer grado en todo su cuerpo. Además de limpiar sus pulmones que estaban intoxicados por los gases que respiró durante el accidente.
Seis semanas después, el austriaco volvió a las pistas para intentar luchar por el campeonato, pues durante sus días de recuperación, el McLaren de Hunt había tomado la ventaja y, paulatinamente, el campeonato del mundo.
A raíz de ese accidente , la Federación Internacional de Automovilismo reforzó la seguridad tanto en los pilotos como en los espectadores y desde ese momento todas las pistas tienen un Centro Médico permanente, algo similar a un pequeño hospital. Además, todos los pilotos tienen como obligación realizar distintos cursos de rescate en pista.