Uno de los grandes placeres que todo amante de los motores desea es conducir un auto deportivo y vivir la sensación de ir a máxima velocidad. Aunque no es imposible tener uno, la gente no opta por ellos debido a sus altos precios y costos de mantenimiento.
El origen de estos autos data desde antes de la Primera Guerra Mundial. En ese tiempo eran diseñados para competir y popularizar una marca por toda Europa.
El Vauxhall "Prince Henry" es cosiderado por los expertos como el primer auto deportivo en la historia automotriz. Este fue fabricado por el ingeniero inglés Laurence Pomeroy, conocido como el ‘Prince Henry’, apodo que pasó a su auto.
El Prince Henry se lanzó por primera vez al mercado en 1911 y se vendió hasta 1914. Tenía una longitud de 4.05 metros con un peso de 1,250 kilógramos. El motor tenía un diseño monobloque de 4 cilindros con válvulas laterales y una capacidad de 3054 cc que daba 40 bhp (30 kW) de salida. Con sus 25 caballos de fuerza se ganó el reconocimiento del primer modelo deportivo.
El zar Nicholas II compró dos de los primeros autos de producción que salieron a la venta, pues una de las pasiones de este monarca eran los coches. Hoy puedes encontrar este modelo en un museo de Moscú.
De acuerdo con Rob Hubbard, especialista en autos, quedan siete de estos autos deportivos en el mundo. En 2016 se puso en subasta el modelo que pertenía al ingeniero Lincolnshire, Reg Long, que fue comprado en 657 mil 185 dólares (es decir, en más de 12 millones de pesos mexicanos).
A pesar de tener un siglo de vida, este Prince Henry realizó una prueba de manejo para comprobar su funcionamiento y el auto deportivo completó un viaje de 50 kilometros. E ste este Vauxhall aún puede seguir dando batalla.