Desde el surgimiento de los vehículos eléctricos (VE) se ha debatido si esta es la opción idónea para cuidar el medio ambiente en comparación con los autos de diésel y gasolina . Según el estudio "Los vehículos eléctricos no son una panacea para el cambio climático" de un grupo de científicos alemanes la respuesta es que los VE contaminan más que los modelos de combustión.
Los científicos involucrados en la investigación afirman que los autos eléctricos lanzan de un 11 a un 28% más de CO2 que el diésel. Este resultado contempla el proceso total de producción de los EV y las fuentes de energía actuales en Alemania.
El estudio argumenta que la extracción y procesamiento del litio, cobalto y manganeso (elementos de las baterías) generan hasta 15 toneladas de CO2 en emisiones. Además, se agrega que dado que el país europeo aún depende del carbón para producir energía se suman las emisiones que las centrales eléctricas generan.
Así, los científicos afirman que un Tesla Model 3 (modelo usado como ejemplo) de manera hipotética, tomando en cuenta todos los factores, emite alrededor de 156 y 180 gramos de CO2 por kilómetro. Como comparación, señalan que el Mercedes-Benz GLC Coupé de motor diésel 3.0 L emite 176 gramos de esta sustancia contaminante en la misma distancia.
Cabe resaltar que este estudio fue realizado unicamente con datos del mercado alemán , haciendo difícil decir que se trate de una generalidad y, basados en sus datos, un auto eléctrico es más limpio en naciones donde se dependa más de la energía eólica o solar .
Contrario a esto, la contaminación por la extracción de minerales para las baterías es una constante y la mayor fuente de daño al medio ambiente en la producción de los “autos verdes”. Situación que no ha pasado desapercibida por empresas como Tesla que recientemente lanzó un programa de reciclaje de baterías cuando terminen su vida útil.