Idealmente, no deberíamos escribir esta historia pues, en un escenario utópico, la presencia de figuras femeninas en el liderazgo de importantes marcas de autos debería ser algo meramente estadístico y no un signo anómalo o digno de resaltarse.
Sin embargo, la realidad inmediata nos deja claro que las condiciones sociales, de seguridad y laborales no son equitativas para las mujeres de nuestro país.
Como consecuencia, hemos visto el surgimiento de una indignación que demanda más libertades, mayores garantías de seguridad y mejores condiciones laborales para crear más oportunidades para mujeres y, de paso, cerrar la brecha salarial frente a los hombres.
Este enfado es el motor que ha convocado a marchas masivas en distintas ciudades del mundo mañana y es el motivo principal de que el próximo lunes se realice un paro de actividades laborales a nivel nacional.
A propósito de este contexto y de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer , en AUTOPISTAS hemos reunido a María Eugenio Escobedo , CEO de BMW en México; Rosángela Guerra , CEO de Lincoln México; y a Magdalena López , CEO de Renault México , para platicar de liderazgo femenino, de empoderamiento, de su experiencia y de sus puntos de vista sobre las condiciones laborales en nuestro país.
Agradecemos a Terraza Homework las facilidades para esta sesión de fotos
Concentrar a tres de las cuatro directoras generales de marcas automotrices en un mismo lugar fue todo un reto a causa de sus apretadas agendas y por la definición de una locación que fuera conveniente para todas.
De hecho, la ausencia de Claudia Márquez , CEO de Hyundai en México , en esta plática obedece a que debió hacer un viaje a EEUU para definir la estrategia de producto para la marca coreana en nuestro país en 2020.
Sin embargo, logramos encontrar un espacio en el calendario de Maru Escobedo ( BMW ), Rosy Guerra ( Lincoln ) y Magda López ( Renault ) para llevar a cabo esta conversación.
Anteriormente, hemos hablado con ellas de manera individual y eso nos ayuda a entender un poco su posición frente algunos de los puntos que hablamos más adelante. Por esa razón, la dinámica de la entrevista fluyó como una conversación en la que se presentaron temas sobre los cuales opinaron abiertamente.
El primero de estos temas es el concepto del empoderamiento femenino y de cómo se sienten al respecto cuando es comentado en la agenda diaria y en campañas para dar mayores espacios de trabajo a las mujeres.
A esto, Rosy Guerra responde: “considero que, en el concepto de “empoderamiento” , hay dos aristas. La primera de ellas es desde mi experiencia personal en una compañía estadounidense que privilegia la inclusión desde hace muchos años, y la otra es en el tema social que vive nuestro país.
“Afuera hay muchos ejemplos de la desigualdad y la violencia de distintos tipos que hay contra las mujeres. Y el hecho de que yo no los haya sufrido, no quiere decir que no existan. Considero que el granito de arena que puedo aportar a esta causa es brindando condiciones de igualdad para hombres y mujeres en la empresa que dirijo”, menciona.
Magda López
contrapone la opinión de su colega y señala que en algún punto de la historia era necesaria la imposición de cuotas entre puestos laborales públicos y privados. Sin embargo, considera que la verdadera igualdad en la actualidad debería obedecer al talento y no al género o edad de los interesados.
“No creo que hoy sea bueno forzar el sistema para que haya más espacios para las mujeres. Más allá del discurso de inclusión, considero que deberíamos establecer una política de trabajo en la que no haya diferencias, porque incluso el hablar de un espacio para las mujeres a mí me hace sentir segmentada.
“Yo no quiero que me otorguen ni regalen nada por ser mujer, soy partidaria de que se reconozca el esfuerzo de quien lo hace, sea hombre o mujer quien se lo merece”, señala la directora general de Renault .
Maru Escobedo
coincide con Magda López y agrega: “yo creo que el tanto hablar de `mujeres importantes´ ya implica una diferenciación y creo que las tres aquí presentes hemos trabajado mucho para llegar a donde estamos y lo que buscamos es hacer nuestro trabajo bien sin importar nuestro género.
“Es cierto que tenemos una gran responsabilidad como figuras para impulsar a más mujeres a desarrollarse, pero en ese mismo sentido yo apoyo a todos los hombres que veo con ganas de trabajar y de destacar en sus áreas de trabajo”, señala la responsable de BMW .
Al pedirles su interpretación del hecho de que hace cinco años no había una mujer liderando una empresa de autos en México y en la actualidad haya cuatro, Maru Escobedo responde: “yo creo que era cuestión de tiempo para que eso sucediera y no porque sea un tema de moda actualmente, sino porque vivimos en una sociedad que tiene que evolucionar y así como no nos sorprende que un hombre dirija una empresa de cosméticos, no debería de sorprendernos que haya mujeres vendiendo coches”.
“Te puedo asegurar que hoy tengo un equipo en el que hay muchos hombres altamente capaces de llevar la operación de BMW y, si uno de ellos me sucede en el puesto, no quiere decir que haya menos oportunidades en mi empresa. Es simplemente una cuestión de que esa persona se lo merece”, señala Escobedo.
Por su parte, la CEO de Renault interpreta que sí ha habido un cambio en la mentalidad general de las mujeres y que eso ha llevado a mayores casos de éxito laboral.
“Estoy segura de que, de un tiempo para acá, las mujeres dejamos de autosabotearnos porque, incluso yo cuando entré a Renault pensé que se iban a arrepentir de contratarme porque al poco tiempo me embaracé.
“Por suerte, mi jefe de entonces me dijo que eso no me descalificaba de las aptitudes que habían visto en mí para el puesto y que podría llevar a cabo mi embarazo con tranquilidad para, después, reincorporarme al trabajo. Creo que cada vez más, las mujeres nos hemos dado cuenta del valor que tenemos y hoy por eso ocupamos más puestos importantes”.
“Sin embargo, insisto, eso no sucedió por el hecho de que fuera mujer, pues en mi empresa buscamos que apoyar a las mujeres no implique una discriminación inversa de manera indirecta hacia los hombres. Se trata de ser parejo y apoyar por igual”, señala López.
Rosy Guerra
se considera afortunada y privilegiada de trabajar en una empresa en la que la inclusión ha sido algo que ha fluído con naturalidad desde sus más de 20 años de experiencia en dicha compañía. Sin embargo, menciona que ella cree estar viviendo un momento clave para las mujeres en México.
“Desde que llegué a Ford y Lincoln , ya había mujeres en puestos de liderazgo, sin embargo, creo que sí tengo una gran responsabilidad en la actualidad pues la mejor manera de legitimar a las causas de igualdad es haciendo bien mi trabajo.
“Eso ayudará a que no surjan comentarios de que mi posición es producto de una moda o de una balanza de género pues, aunque en mi empresa esto es de hace mucho tiempo, en México estamos viviendo un momento clave. Espero que mi esfuerzo sirva para que esto se replique”, declara la CEO de Lincoln.
Al tener en cuenta la enorme responsabilidad que estas mujeres cargan, preguntamos cómo es que equilibran su trabajo con su vida personal y qué tan cierta es la idea de que, para que una mujer tenga éxito laboral, debe sacrificar su vida privada.
A esto, Rosy Guerra contesta: “me encanta la industria y le dedico mucho de mi tiempo a los proyectos profesionales, pero uno de los principales valores a lo largo de mi carrera ha sido el balancear mi vida con el trabajo.
“Desde muy joven decidí no ser mamá pero esto nunca fue debido a que el trabajo no me lo permitiera. A mí me encanta viajar y si le dedico tres meses a un proyecto sin descanso, seguramente me tomaré tres meses de vacaciones para visitar a mis amigos y familia en Chihuahua para regresar con ese mismo ánimo a trabajar”, declara.
Magda López
es madre de dos niñas, tiene cinco hermanas y bromea diciendo que el matriarcado ya ganó en su casa. Sin embargo, reconoce que sin el apoyo de su familia, no podría llevar a cabo su labor profesional.
“Nadie me manda a trabajar ni soy el único sostén de mi casa. Sin embargo, hemos creado en la familia un sentido muy grande de responsabilidad y de saber qué le toca a cada quien aportar para disfrutarlo sin culpas.
“Cuando estoy en la oficina, estoy tranquila porque sé que mis hijas están cuidadas y, cuando estoy en mi casa, no me inquieto en saber temas de la oficina. Se trata de dedicarle su debido tiempo a cada cosa”, señala.
La cabeza de BMW en México admite que no es sencillo pero debe buscarse un equilibrio pues, de otra manera, no haría un buen papel como mamá, como amiga o como empleada para la empresa en la que trabaja.
“Es una disciplina que yo misma me impongo, porque si no, me vuelvo loca. Tienes que respetarlo y ahí sí no creo que sea un tema solo de mujeres. Creo que también hay que normalizar el hecho de que los hombres se tomen unos días fuera de la oficina para estar con sus hijos y justamente, no hacer una diferencia que solo favorezca a un género.
“Nunca pensé que mi carrera y mi experiencia por esta industria me fuera a llevar a la dirección de BMW y, por lo mismo, siempre antepuse mis aspiraciones personales como tener un hijo. Hoy, él es mi prioridad y está en la edad en la que necesita mucho de mí. Sin embargo, al ver que yo soy feliz trabajando, me pregunta mucho de coches y, de manera muy modesta te lo digo, creo que soy un buen ejemplo para él”, concluye Maru Escobedo.