El 6 de mayo pasado, la policía de Florida, Estados Unidos, recibió un reporte anónimo sobre un sujeto que golpeaba a su pareja en un motel. Un par de oficiales acudieron a investigar el hecho y se encontraron con Xavier Javern, un hombre de 33 años que se tornó violento y agredió a los oficiales.
Según la descripción de los hechos, Xavier empujó a ambos oficiales y corrió a la salida del motel, encontró la patrulla con las llaves adentro y arrancó para huir del lugar. Rápidamente, la policía pidió refuerzos e informó que su unidad había sido robada.
En cuestión de instantes, la patrulla robada estaba siendo perseguida por un gran número de policías. Uno de ellos efectuó una maniobra que lo sacó de la carretera y, hasta ese momento, parecía que todo había terminado.
A pesar de estar bajo el “control” de los oficiales, Xavier logró escaparse de nuevo y corrió hacia una Ford Explorer Police Interceptor encendida a la orilla del camino.
A pesar de que un oficial lo alcanza, el criminal acelera a toda velocidad para intentar escapar de la policía, una vez más.
“El sujeto se estrelló contra unos árboles a la orilla del camino. Cuando el oficial quiso ponerlo bajo custodia, el sujeto lo golpeó, salió corriendo y tomó una patrulla que estaba en la carretera,” comentó el departamento de policía local.
Luego de su “milagroso” escape, Xavier condujo la segunda patrulla robada por casi 15 kilómetros en la autopista I-95. Lograron detenerlo con trampas de clavos que reventaron los neumáticos.
Para evitar otro intento de escape, el sujeto fue sometido por un buen número de oficiales. Ahora, enfrenta una intensa serie de cargos, entre los que destacan: asalto a mano armada, posesión de narcóticos, violencia familiar, obstrucción de la ley y, finalmente, conducción sin licencia vigente.