Procurar la seguridad propia y de los pasajeros es indispensable al momento de estar tras el volante, sobre todo cuando vamos acompañados por los más pequeños del hogar. Muchas veces, los conductores piensan que basta con sujetar al niño con el cinturón de seguridad para evitar cualquier accidente, pero lamentablemente no es así.
Por ello, con el objetivo de proteger su integridad, las autoridades de tránsito han establecido normativas para prohibir que los niños viajen en el asiento delantero del auto; y en caso de no respetarlas, se aplica una costosa multa. Aquí te decimos de cuánto es el monto a pagar.
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El artículo 39 del Reglamento de Tránsito de la CDMX menciona que los pasajeros menores de 12 años o que midan menos de 1.45m de altura deberán viajar siempre en la parte trasera del vehículo, ocupando los lugares posteriores a los asientos del conductor o copiloto; los cuales deben contar con cinturones de seguridad de tres puntos.
Los más pequeños deben viajar en un sistema de retención infantil correctamente colocado en el vehículo para asegurar la estabilidad y anclaje en caso de sufrir algún impacto.
Sin embargo, este artículo también establece ciertas excepciones. Los menores pueden viajar en los asientos delanteros siempre y cuando el automóvil no tenga espacio o no cuente con asientos traseros, con la condición de que exista la posibilidad de instalar un sistema de retención y desactivar el sistema de bolsas de aire.
Aquellos automovilistas que sean sorprendidos infringiendo esta norma, serán sancionados con un punto de penalización en su licencia de conducir y la matrícula vehicular; además de una multa económica equivalente a 5, 7 o 10 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente.
El valor UMA vigente para el 2025 es de $113.14, lo que significa que la multa a pagar sería desde $565.7 hasta $1,131.4 pesos.
Según la Secretaría de Salud, que niños o niñas viajen en el asiento delantero sin cinturón de seguridad aumenta hasta cinco veces el riesgo de sufrir lesiones mortales en caso de algún incidente.
Esto porque los niños suelen ser inquietos al momento de ir como pasajeros, lo cual puede provocar distracciones para el conductor y aumentar el riesgo de colisión. Además, es probable que lleguen a manipular la palanca de velocidades, freno de mano, volante u otro componente que altere la conducción del vehículo.
En caso de algún accidente, las bolsas de aire se despliegan con fuerza y al no estar bien sujeto, el niño podría sufrir severas lesiones.
Sabemos que la compañía de los pequeños puede hacer más ameno el viaje, pero también trae consigo una serie de riesgos que vale la pena prevenir adoptando las medidas de seguridad necesarias.
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