Los amortiguadores son responsables de la dirección, el frenado y la estabilidad de nuestro auto. Como su nombre lo indica, reducen el nivel de rebote al conducir por terrenos ásperos, cuando accidentalmente caemos en un bache o encontramos cualquier desperfecto en la carretera.
Se cree que estas pequeñas piezas tienen un tiempo de vida de 65 mil kilómetros y utilizarlas en mal estado podría suponer un peligro para el conductor. Pero ¿cómo saber si es momento de cambiarlas?
El método más confiable para determinar el cambio de los amortiguadores consiste en una revisión mecánica. Sin embargo, también puedes apoyarte de ciertas señales que hacen evidente el desgaste.
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De acuerdo con Mazda, los amortiguadores son imprescindibles para mantener la alineación de las ruedas, reducen el desgaste prematuro en los neumáticos, controlan el movimiento de la carrocería y nos ayudan a frenar de manera uniforme.
Se encuentran adheridos al sistema de suspensión y conectan con un conjunto de piezas (pistón o vástago, cilindro, tubo doble, válvula de pistón y válvula de base) que comprimen y expanden los movimientos del automóvil.
Para que te des una idea de qué tan importantes son, cada kilómetro se registran cerca de mil 750 impactos. Prácticamente se podría decir que los amortiguadores soportan la mayoría de “golpes” que recibe un vehículo y por eso su tiempo de vida es menor que el resto de componentes.
¡Cambiarlos implica un buen gasto! Para empezar, se recomienda renovarlos por ejes (trasero o delantero), lo cual nos garantizará un desempeño parejo y a futuro nos permitirá medir su desgaste. Nunca se deben cambiar en ejes distintos.
Los precios de este servicio van desde los 900 a 2 mil 500 pesos dependiendo de la marca y el tipo de carro. De igual manera, influye la clasificación de la pieza puesto que hay amortiguadores hidráulicos con válvula, de doble tubo, monotubo, etcétera.
Tras rebasar los 65 mil kilómetros, es posible que comiences a notar un desgaste en los amortiguadores. Según Mazda, lo primero que tenemos que tomar en cuenta es el exceso de rebote en el auto.
Presta atención al comportamiento de tu carro cuando frenas. Sentir que se ladea o se “patina” es otro síntoma de que los amortiguadores ya no sirven, especialmente durante las curvas porque podría seguirse en recta y desviarte del camino.
Otra señal tiene que ver con el estado de las llantas. Por lo general, los neumáticos se deterioran de manera uniforme, pero si se acentúa en los extremos o el centro es posible que los amortiguadores necesiten un cambio.
Por otra parte, Bardhal explica que tampoco podemos ignorar los ruidos en la suspensión (que se registran al cruzar un tope o bache), el endurecimiento en la dirección del volante y hasta fugas.
¿Detectaste alguna o todas las anteriores señales? Ve agendando una cita con tu mecánico de confianza para cambiar los amortiguadores y evitar daños mayores en el auto.
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