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La máquina británica impulsada por cohete, llamada Bloodhound LSR , debía intentar batir el récord actual establecido por Thrust SSC en 1997, de poco más de mil 227 kilómetros por hora. Sin embargo, la compañía lanzó un comunicado este viernes confirmando que la pandemia “inevitablemente ha tenido un impacto en los patrocinadores potenciales.”
Ian Warhurst
, CEO de Bloodhound comentó: “con razón, el mundo tiene cosas más importantes en las que debe centrarse ahora mismo. Las conversaciones con varias marcas a nivel global parecían prometedoras cuando comenzó el COVID-19 , pero la industria del patrocinio literalmente se cerró.”
“Esto significa nuestra capacidad de recaudar los fondos necesarios a tiempo, y, en consecuencia, es muy probable que se pierda la ventana para llevar a cabo la campaña LSR (Land Speed Record, Récord de Velocidad en Tierra) de manera segura en el 2021.
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El objetivo de la “hibernación” del proyecto es reducir los gastos generales a un “mínimo absoluto.” Sin embargo, no está claro si los empleados de Bloodhound siguen trabajando después de todos los efectos que la crisis del coronavirus está provocando.
En un intento de levantar el ánimo de sus fanáticos, el equipo publicó un vídeo que muestra cómo el Bloodhound LSR acelera en comparación con un auto de la Fórmula 1 , un Bugatti Chiron y un auto de carretera “regular.” Las velocidades de los automóviles representan cómo funcionan en una superficie de carretera normal.
Bloodhound alcanzó una velocidad máxima de mil 010 kilómetros por hora hace un año, al final de una prueba llevada a cabo en Sudáfrica, con el piloto Andy Green. El programa fue diseñado con el objetivo de medir la resistencia del automóvil a altas velocidades, en lugar de alcanzar la velocidad máxima del vehículo.
El proyecto se salvó de la administración en diciembre de 2018 cuando Warhurst intervino. Sin embargo, el equipo ha expresado durante mucho tiempo la necesidad de más patrocinadores para llevar el proyecto a su finalización.
