Steinar Thyholdt, un hombre noruego de 57 años, ha llevado al extremo la frase “hágalo usted mismo” al construir su propio Lamborghini Aventador . El proceso le tomó más de siete años, unas 5 mil horas de trabajo y una travesía por el mundo y los supermercados para conseguir todos los materiales necesarios; desde cosas que podrían considerarse chatarra , hasta piezas de mueblerías y de otros autos .
Foto: Instagram @stethy_aventador_builder
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Esta historia comienza a principios de los 80. Un joven Thyholdt va al cine a pasar el rato como cualquier otro chico de 17 años. En la sala exhiben The Cannonball Run, una comedia de acción cuya primera escena abre con una frenética persecución policial a bordo de un Lamborghini Countach . Fue ahí donde el noruego decidió que algún día tendría uno de esos flamantes autos de la firma italiana.
A principios de 2014, el hombre puso manos a la obra después de postergar su sueño durante años por razones financieras. En entrevista con la Radio Pública de Noruega (NRK por sus siglas en noruego), Thyholdt aseguró que sus primeras piezas para trabajar fueron un marco de madera que sirvió como molde para soldar en acero. Posteriormente, el hombre consiguió importar un BMW 750 de Alemania para utilizar sus piezas en su futuro Lamborghini.
Thyholdt contaba con amplia experiencia en la mecánica, pues de hecho dirigía un taller de carrocería y pintura en su natal Hommelvik. No obstante, el camino no fue nada fácil. Los problemas empezaron desde adaptar piezas de BMW y Audi, hasta lidiar con las autoridades noruegas para conseguir un permiso para construir su propio auto , ya que de poco servía tener su propio Lamborghini si no podía sacarlo a las calles.
Foto: Instagram @stethy_aventador_builder
Uno de los mayores dolores de cabeza en esta audaz aventura fue construir el sistema de escape. Después de darle muchas vueltas, el hombre logró resolver el problema comprando dos fregaderos. El primero de Ikea y el segundo de una tienda de segunda mano . “Los desmonté y así pude crear los conductos necesarios para el sistema de escape”, comentó Thyholdt a la NRK.
Sin embargo, el mayor inconveniente fue la carrocería. La búsqueda de este elemento llevó a Thyholdt a un viaje por Tailandia, Bulgaria y Estados Unidos. Finalmente, el hombre llegó a México donde conoció a otro entusiasta de la firma italiana llamado Carlos Muñoz. Este hombre le diseñó y construyó a mano la carrocería y el interior del Lamborghini Aventador. Un proceso que tomó alrededor de cuatro años, más otros nueve meses de pesadilla burocrática para enviar la pieza a Noruega.
Muy pocas piezas en el auto de Thyholdt son originales de Lamborghini , como los faros o el parabrisas, ya que estas son las más caras de conseguir en el mercado. En cambio, el hombre decidió utilizar todo su ingenio para adaptar la transmisión de Audi A8, las ventanillas de un Volvo V70 y algunos embellecedores de Volkswagen.
El resultado se puso a prueba el mes pasado cuando Thyholdt decidió sacar su Lamborghini a un viaje de prueba. Las dimensiones finales del auto son 4,70 m de largo, 2,16 m de ancho (2,36 m con espejo) y 1,14 m de alto. De acuerdo a sus pruebas de motor cuenta con unos nada despreciables 286 CV y un par de 410 Nm de 1500/2000 a 5300 rpm. Por otro lado, el color de la pintura es un elegante Lamborghini Balloon White-Blanco Nácar.
Foto: Instagram @stethy_aventador_builder
El primer viaje del noruego fue todo un éxito “Fue casi como si me desmayara cuando me subí al auto”, comentó emocionado. Thyholdt invirtió en su empresa unos 97 mil euros (2,272,300 pesos mexicanos). Lo cual es una ganga comparados con los 470 mil (11,023,300 pesos mexicanos) que puede llegar a costar un Lamborghini Aventador nuevo.
Harald Skjøldt, poseedor de varios autos de la firma italiana y presidente del Club Lamborghini en Noruega ha reconocido públicamente el trabajo de Thyholdt. "Estoy muy impresionado por el trabajo que ha hecho. Lamborghini es un superdeportivo avanzado, por lo que este no es un trabajo fácil” comentó a la NRK.
De hecho, Skjøldt aseguró que sin ningún problema Thyholdt podía ir a correr con los demás Lamborghini al club como si se tratase de un original. El hombre ya cuenta con un par de contratos para exhibir su creación en ferias nacionales. Definitivamente una prueba de perseverancia y trabajo duro.
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