“Sí quieres que algo salga bien, hazlo tú mismo”, cuántas veces no hemos escuchado esta frase y, en cierto punto, cobra sentido al momento de reparar nuestro auto de algún descuido o pequeña ponchadura, no obstante, esto no sustituye la labor de los mecánicos profesionales, ni de olvidar las revisiones constantes que deben hacerse.
Sin embargo, conocer sobre mecánica básica es primordial cuando no exista un mecánico cerca o si se presentan anomalías de último momento. Estos consejos te permitirán solucionar algunos ajustes simples del auto para poder continuar con el trayecto.
Antes de cambiar o ‘meterle mano’, es necesario conocer bien el auto que manejas para no ocasionar otra falla más. Leer el manual de uso es quizá el consejo más útil, pues te ayudará a entender aspectos muy específicos del funcionamiento del automóvil. Muchas veces viene paso a paso algunos inconvenientes generales, así como las soluciones a estos.
El estado de la carretera o pavimento junto a las temperaturas del ambiente e, incluso, la forma de conducir influye en la durabilidad de las llantas . Por ello, es necesario mantener la presión adecuada, así como revisar las anomalías como rayones, desgastes y demás antes de salir.
En caso de sufrir una ponchadura imprevista, es recomendable buscar un lugar seguro para estacionarse y colocar el freno de mano. Es necesario tener a la mano una llave de cruz para liberar un poco la presión de las tuercas (sin retirarlos aún).
Posteriormente, se debe colocar un gato hidráulico debajo del chasis del auto, no de la carrocería, cerca de la llanta dañada y levantar el auto a una estatura considerable como de 4 cm para trabajar cómodamente.
Acto seguido, se deben retirar las tuercas y quitar el neumático dañado para colocar la nueva refacción. Una vez que está bien acomodada, se deberán colocar, nuevamente, las tuercas y presionarlas con la llave de cruz hasta que estén seguros. Se bajará lentamente el auto y se guardará en la cajuela el gato hidráulico y el neumático dañado.
A muchos nos ha pasado que el auto no arranca o se nos apaga en algún momento. Es necesario buscar a una persona con auto para ayudarnos a pasar energía desde su batería. Así como tener unos cables de corriente que no estén muy viejos para evitar sufrir algún accidente.
Antes de hacer cualquier movimiento, nunca debes conectar baterías en serie (positivo con negativo y negativo con positivo), ya que se puede estropear el sistema eléctrico, la computadora e incluso la marcha.
Lo primero que se debe hacer es colocar ambos vehículos frente a frente (con el freno de mano) y familiarízate con las baterías: positivo-rojo y negativo-negro , para después posicionar las transmisiones en neutral o parking .
Se deben cubrir las tapas de las baterías y limpiar las terminales para que estén seguros los conectores. Después, deberás conectar el primer cable a la terminal positiva de la batería descargada y conectar la otra terminal de ese mismo cable al positivo de la batería donadora.
Se hará el mismo proceso con el segundo cable , ahora se conectará a la terminal negativa de la batería donadora y, el extremo final, a la base del alternador o algún otro punto sólido metálico del motor del auto con la batería descargada.
Es necesario asegurarse de que ambos cables estén bien conectados, una vez listo se deberá encender el auto con la batería cargada durante dos minutos antes de encender el otro auto. Si no llegara a encender durante el lapso de tiempo, se puede acelerar el auto para generar más energía.
Cuando el auto ya haya respondido o encendido de manera normal, se pueden encender las luces y el sistema de aire para minimizar la carga de energía y prevenir que se dañe algo del sistema. Finalmente, se deben desconectar, con cuidado, ambos cables primero el cable rojo y luego el negro.
Debemos tener presente que con el paso del tiempo y del kilometraje recorrido, los aceites se van deteriorando poco a poco, dejarlos sin revisión podría provocar daños al motor del automóvil a la larga. Por lo que es importante estar al pendiente de estos.
Antes de hacer un cambio o suministrar líquidos, es necesario revisar el estado del aceite o, en su caso, de los demás. Se debe abrir el cofre e identificar los cilindros en donde se rellena el líquido de frenos, combustible, aceite, agua para el parabrisas, el radiador o anticongelante.
Todos los cilindros tienen una pequeña marca que señala el nivel en el que deberían estar, normalmente es un poco más de la mitad. Es aconsejable revisar el nivel de estos cada 1000 km o de manera mensual, para añadir la cantidad de aceite, así como buscar aceites o anticongelantes con características similares.
Para el cambio de aceite, se recomienda que este se encuentre caliente, por lo que se debe arrancar el auto durante unos 5 o 10 minutos. En casi todos los autos el tapón del aceite se localiza debajo del motor con la palabra “OIL”. Se debe quitar el tapón con las manos y de manera cuidadosa. Algunos requieren del uso de un desarmador o, en su defecto, un dado.
En un pequeño recipiente se debe vaciar todo el líquido para limpiar o cambiar el filtro de aceite. Antes de agregarlo nuevamente, se tiene que lubricar para que no sea difícil quitarlo a futuro. Después de esto, se debe limpiar y cerrar el tapón, una vez que esté listo se debe abrir el cofre del auto, llenar el depósito con aceite nuevo y, después, cerrar el depósito y el cofre.
Por último, nunca está de más traer un pequeño baúl o equipo de herramien tas como un gato hidráulico, llave inglesa y alicates, destornillador, guantes, linterna y señalizaciones (chaleco o conos de precaución) para prevenir a los otros conductores de los cambios que se están haciendo al vehículo.
Con estos útiles consejos sobre mecánica básica podrás evitar pasar un mal rato y ser un conductor responsable frente a cualquier incidente imprevisto. Esto no quiere decir que debes dejar tu auto a la deriva, siempre se debe llevar con mecánicos profesionales para una mejor revisión.