Existen muy pocas letras en el mundo más pasionales y provocativas que HEMI , y es por eso que hemos decidido hacer un repaso por su historia para conocer su origen y algunos de sus usos más extraños en la industria.
Algunas personas podrían pensar que todos los motores HEMI V8 son parte de la misma familia, pero en realidad se han fabricado 3 generaciones diferentes de este motor y el nombre icónico ni siquiera fue usado para la primera de ellas.
El nombre tiene un origen muy básico pero poco conocido. Gracias a su cámara de combustión hemisférica, los ingenieros de Chrysler decidieron tomar las primeras 4 letras para simplificar su nombre al momento de hablar de él.
Sin embargo, Chrysler no fue la primera manufacturera en usar este diseño de motor, aunque sí aprendieron mucho para poder mejorarlo gracias al desarrollo de aviones de combate en la Segunda Guerra Mundial.
Con el término de la guerra, la producción de la “primera generación” de este motor fue puesta en pausa, pero poco tiempo después llegó el motor HEMI 426 que comenzó a ganar popularidad poco a poco.
El primer propulsor Chrysler que propiamente fue descrito como un HEMI fue el motor FirePower, que se equipó en el Imperial, New Yorker y Saratoga de 1951. Su potencia era de 180 caballos de fuerza, pero poco tiempo después alcanzó hasta 250 hp.
El motor atrajo la mirada de los americanos por el fenomenal sonido que emitía y, como dato curioso, la sirena Victoria (encargada de avisar de cualquier posible ataque nuclear en la Guerra Fría) era alimentada por este motor.
Para 1954, el bloque HEMI 354 HEMI ya alcanzaba los 340 hp para ciertos modelos gracias al aumento del desplazamiento. Para el final de la década de los 50, Chrylser había logrado dar un caballo de fuerza por pulgada cúbica, algo así como el equivalente a 61 hp por litro en la actualidad.
Con el comienzo de 1960, las competencias en dragsters se popularizaron gracias a que algunos competidores usaban una versión alimentada con óxido nitroso. Tanto fue su éxito, que Chrysler -Dodge creó una división encargada de proveer lo necesario para esta actividad.
Para muchos pasionales, el verdadero HEMI llegó en 1964, específicamente en Daytona 500 , cuando los conductores manejaron una versión modificada del Plymouth Belvedere que echaba mano de un bloque de esta naturaleza diseñado específicamente para ganar la NASCAR.
Este motor contaba con un desplazamiento de 7 litros y fue descrito como Richard Petty, leyenda de NASCAR , como “el mejor motor que había manejado en su vida.”
Gracias al aplastante desempeño del motor HEMI en NASCAR, el serial de competición creó una regla en la que se requería el uso de un bloque basado en una versión convencional para autos de calle. Chrysler respondió creando el Street HEMI que se equipó en productos de 1966 a 1971 con una potencia estimada de 425 hp.
Para 2003, Dodge Ram regresó al motor HEMI , esta vez renovado para su tercera generación. Para esta ocasión, llegó con 340 hp y un desplazamiento de 5.7 litros.
No obstante, las versiones SRT-8 hicieron su llegada en 2005 para ofrecer más poder en vehículos como el Chrysler 300 , Dodge Charger y Jeep Grand Cherokee. Para esta variante, el bloque HEMI crecía a los 6.1 litros y erogaba 425 hp.
Fue en 2009, Chrysler presentó una variante del motor HEMI de 5.7 litros con desactivación de cilindros que podía circular con solo 4 pistones funcionando cuando se requiriera de poca potencia.
En su constante búsqueda de poder se desarrollaron poco a poco mejoras en los motores HEMI que fueron aumentando las capacidades de los autos hasta llegar a lo que hoy conocemos como Hellcat , la cúspide de los muscle cars de Dodge.
Actualmente, y gracias al uso de un supercargador de gran desplazamiento y varias mejoras en los sistemas de inyección, un motor Hellcat puede dar 717 caballos de fuerza en sus versiones “convencionales” y hasta 797 hp para variantes como el Challenger Hellcat Redeye.
En el origen de los motores HEMI , hubiera parecido imposible superar la barrera de los 800 caballos de fuerza, pero el Challenger Demon lo logró. Si se usa combustible especial para competencia, este bloque puede desarrollar hasta 840 hp y acelerar de 0 a 100 km/h en 2.1 segundos.
Mucha gente conoce su papel en muscle cars, pero existió un deportivo de motor central llamado Monteverdi que era de origen suizo, fabricado en 1970, que ocupó como propulsor un bloque HEMI 426 montado en la parte trasera entre los asientos.
A pesar de ser presentado en el Salón de Ginebra de ese año, su producción no fue llevada a cabo y solo se realizaron 4 unidades de prueba que hoy en día son altamente cotizadas por coleccionistas.
Dentro de sus otros usos no convencionales, se encuentran los dragsters actuales. Es difícil medir la potencia de uno de estos autos, pero se han llegado a registrar motores HEMI 426 con poco más de 11,000 caballos de fuerza , capaz de acelerar de 0 a 300 millas por hora en solo 4 segundos en manos de un profesional.