Más Información
El mundo automotriz ha sufrido enormes cambios a lo largo de la historia, pasando por diversas adaptaciones que encajen más con el contexto actual para ofrecer una experiencia mejorada en cuanto a funcionamiento, así como diseños más impresionantes y acabados de lujo. Pero hay algunos modelos que no se olvidan y tienen una historia peculiar, tal es el caso del Pontiac Delux, el llamado "auto fantasma".
Para decidir una compra, el diseño es un factor que los compradores de autos suelen tomar en cuenta en primera instancia, para después investigar más a fondo sus funciones y características, corroborando si se acoplan a lo que buscan. Esto puede ser un proceso sencillo para quienes saben sobre el tema, mientras que para alguien que desconoce en absoluto de mecánica, puede ser un tanto complicado, ya que a simple vista no es posible saber si un automóvil corre bien o si alguna pieza no forma parte del funcionamiento esencial.
Por esta razón, imaginar que exista un auto “ transparente ”, que permita observar detalladamente el interior del vehículo , desde los asientos hasta el motor, suena como algo poco creíble. No obstante, hace algunas décadas se creó el “primer automóvil fantasma ” que, lejos de tener una tétrica historia con seres de otro mundo, conmocionó a Estados Unidos al ofrecer una imagen del futuro.
Si quieres saber más, en Autopistas te contamos la historia del Pontiac Delux , el carro fantasma de Nueva York.
El auto fantasma que asombró a Nueva York
Durante la edición de la Feria Mundial de Nueva York en 1939, encabezada por la automotriz General Motors, fue presentado el primer y único prototipo de vehículo construído con materiales como plexiglás o acrílico. La decisión de usar este plástico poco común en la fabricación de automóviles se vio directamente influenciada por el deseo de la compañía de crear un modelo que permitiera a los usuarios ver cómo funcionaba un carro y la manera en que sus piezas se sincronizan entre sí.
Para darle forma a su idea, General Motors colaboró con Rohm & Haas, empresa química que estuvo a cargo del desarrollo de todo el acrílico utilizado en el proceso de fabricación.
La silueta inicial del vehículo se basó en el Pontiac Touring Sedan, modelo popular durante ese tiempo, razón por la que al terminar se le nombró Pontiac Delux , siendo un modelo único, cuya construcción tuvo un costo estimado de 25 mil dólares.
Luego de ser exhibido en la feria, el auto fantasma formó parte de las muestras permanentes del Instituto Smithsonian, lugar en el que de 1942 a 1947, reunió a miles de personas que acudían a contemplar el "ghost car" . Años más tarde fue retirado y vendido a una concesionaria de Pontiac , misma que lo vendió nuevamente a un coleccionista de automóviles , según información documentada por el portal de diseño Design & Trust.
Foto: historydaily.org
Por qué el auto fantasma no tuvo continuación
Debido a que su propósito principal era mostrar el interior de un auto en su totalidad, las condiciones de funcionamiento y seguridad quedaron en segundo plano, ya que no se tenía planeado que el Pontiac Delux recorriera distancias significativas. Así, el estar hecho de acrílico no significaba una complicación como tal, ya que durante los pocos metros que avanzaba el calor no representaba un problema real.
Caso contrario a si se hubiera decidido andar por varios kilómetros y a velocidades altas con él, ya que el plexiglás, a pesar de ser un material resistente a las superficies y golpes, no lo es a grandes temperaturas. Un auto hecho de este material usado con frecuencia y por tiempos prolongados se vería constantemente afectado por fallas mecánicas relacionadas a estos aspectos que no fueron tomados en cuenta.
Además, conforme la tecnología avanzaba, los diseños eran mejorados y en cuestión de tiempo este auto dejó de ser considerado un invento del futuro, pasando a ser simplemente un artefacto curioso que, pese a haber ocasionado revuelo hace 60 años, no representaba ya una novedad.
Foto: historydaily.org
El Pontiac Deluxe hasta la actualidad no cuenta con un número de identificación y, de acuerdo con History Daily, su kilometraje ronda apenas las 86 millas, algo como 138 mil kilómetros.
En la actualidad, el paradero del carro fantasma es desconocido, ya que luego de haber sido vendido al multimillonario amante de los autos, tuvo un par de propietarios más, que lo conservaban entre sus pertenencias más extrañas y ostentosas.
Leer también: La nueva forma en la que los ladrones rastrean tu auto para robarlo por la noche
