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La pasión por los autos puede tener diversos orígenes.Puede tratarse de una herencia de nuestros padres, la aparición de un vehículo que nos enamorara a través de una película o gracias a un póster que tuviéramos colgado en nuestro cuarto.
Cualquiera que haya sido el caso, es muy probable que los que considerábamos los autos de “nuestros sueños” hayan dejado de ser producidos o, bien, se hayan transformado de tal manera que no sean lo mismo de lo que originalmente nos cautivó.
Sin embargo, el cese en la fabricación de cualquiera de estos autos no es impedimento para cumplir nuestro sueño de ser dueños de uno gracias a un proceso de restauración que si bien no será sencillo, nos dará la enorme satisfacción de tener un auto verdaderamente único.
Para conocer cómo iniciarse en la restauración de un auto , cuáles serán los obstáculos al hacerlo y tener una idea de los pasos a seguir, esta semana entrevistamos a un experto que nos comparten su experiencia en esta materia.
Franky Mostro
, es uno de los mayores entusiastas de la restauración de muscle-cars en nuestro país. Su colección personal incluye más de 16 modelos entre los cuales destaca un Shelby Cobra de 1966, un Pontiac GTO de 1965, un Dodge Challenger 1979 y un Chevrolet Camaro de 1967.
Para el también influencer, la restauración de autos es igual de válida que el coleccionismo de timbres postales o de botellas de vino y piensa que si alguien considera la compra de refacciones y el pago de servicios en un taller como un gasto de dinero, la rehabilitación de un clásico no es para ellos.
“A los pocos meses que inicias a restaurar tu primer auto puede parecer que estás tirando tu dinero a la basura porque puedes ver muy poco avance. Sin embargo, al momento de sacarlo a la calle y ver cómo todos se te quedan viendo y admirando tu auto, la sensación de orgullo es impresionante y vale la pena cada centavo invertido”, declara.
Franky Mostro señala que su principal consejo para alguien que desea iniciarse en la “resurrección de un clásico” es estar completamente seguro de poder dedicarle tiempo y estar preparado para la frustración porque, de manera contraria, efectivamente se convertirá en una pérdida de tiempo y dinero porque, ineludiblemente, abandonará el proyecto.
“Hay que tener en mente que es probable no recuperar la inversión que le inyectas y que es muy equivocada la idea de querer arreglar un auto porque lo viste en un programa de TV por cable. Tiene mucho menos glamour y es como cualquier otro proyecto a largo plazo: en realidad nunca terminas de restaurar un auto porque le van saliendo cosas”, señala Franky Mostro.
Para Franky Mostro el principal punto a revisar antes de comprar un clásico es que todos los documentos de éste estén en perfecto orden o, de otra manera, es adquirir dolores de cabeza legales y burocráticos.
“En este ámbito de los clásicos es fácil encontrarse con “coches chuecos” que son ilegales porque fueron importados sin pedimento aduanal o hay algo oscuro con su dueño anterior. Estos puede que hayan sido robados o adquiridos de manera turbia y si no revisas a detalle cada papel y factura , te lo van a quitar las autoridades.”
También hay que revisar el estado del vehículo y no está demás llevar a un mecánico para que lo revise a profundidad. Los dos puntos más importantes a examinar son los compuestos mecánicos principales como transmisión y motor (en caso de que no se los vayas a cambiar) y también que no esté descuadrado por un choque”, comenta Franky Mostro.
A consideración del restaurador, no existe un vehículo ideal sobre el cual empezar, pues cada uno tiene su chiste y su complicación. Sin embargo, recomienda que si es el primer proyecto de alguien, lo más sencillo es “irse a lo seguro” y buscar un modelo popular del cual se encuentren las refacciones fácilmente.
“Una buena opción para empezar es un Mustang . Es un auto bastante bonito, con mucha historia y que tiene un mercado impresionante de piezas de refacción. Puedes armar un Mustang de 1969 con 100% de partes nuevas y sin la necesidad de ir a un yunque a buscar un espejo o alguna otra parte.
Yo recomendaría ponerle puros accesorios nuevos a un auto que se va a reparar. Si bien tiene su romanticismo buscar partes reutilizadas o de segunda mano, éstas normalmente no tienen garantía y pueden alentar el proceso de restauración”, declara de Losada.
Fijar un presupuesto inicial en un vehículo clásico es prácticamente imposible para Franky Mostro , pues cada auto tiene su historia y un mismo Ford Mustang de 1972 puede costar 200 mil pesos o 500 mil pesos , dependiendo el estado del vehículo, si se trata de alguna edición especial o si tiene algo de equipo que eleve su precio.
No obstante, considera que quien desee iniciar la restauración de un clásico debe de tener en mente que la compra de éste es solo el primer paso y que las restauraciones pueden costar el doble o el triple de lo que costó el auto .
Para el también influencer , a pesar de que hay quienes se dedican a eso, no conviene ver a la restauración como negocio o como un plan de inversión que te deje muchos frutos porque es muy difícil colocar bien a las unidades.
“Yo creo que si lo ves como negocio, vas a sufrir mucho, porque la mayoría de las veces no te van a pagar todo lo que le pusiste a tu auto. Ya sea en refacciones o en horas hombre, cuando lo vendes, no le puedes poner precio a eso”
Yo creo que la restauración de un auto debe de nacer del amor y la pasión para que llegue a un buen resultado. No hay nada más aburrido que trabajar en un vehículo aburrido y por el contrario, cuando vendes uno de tus autos reparados por alguna necesidad económica, es igual de difícil que deshacerte de un cachorrito por el cariño que les agarras”, concluye Franky .