El movimiento limitado del cuerpo, por la razón que sea, coadyuva a que la circulación de la sangre sea más lenta. Esto, a su vez, representa uno de los principales factores de riesgo para sufrir una trombosis venosa profunda , la cual puede provocar otras enfermedades, discapacidad o, incluso, la muerte.
Por ende, el estar sentado tanto tiempo, como es el caso de taxistas , choferes o transportistas, eleva el riesgo de presentar “un coágulo de sangre en una vena profunda. Por lo general, se forman en la parte inferior de las piernas, los muslos o la pelvis, pero también pueden aparecer en el brazo”, explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
El organismo, con sede en Atlanta, Estados Unidos, indica que esta situación tiende a ocurrir, sobre todo, cuando se realiza un viaje de más de cuatro horas consecutivas . No obstante, existen otros factores que hacen que una persona sea más propensa a sufrir este problema vascular .
Tener diagnóstico de venas varicosas , estar embarazada o haber dado a luz recientemente, ingerir anticonceptivos o recibir terapia de reemplazo hormonal, contar con antecedentes familiares, ser mayor de 60 años, padecer sobrepeso u obesidad, fumar y/o ser paciente con cáncer son aspectos que favorecen la aparición de coágulos , apunta la Clínica Mayo.
Una vena profunda afectada implica enrojecimiento, hinchazón, dolor e hipersensibilidad sin razón aparente. Pero el cuadro se complica si un coágulo se desprende y llega a otras partes del cuerpo, como los pulmones (embolia pulmonar), advierte la Agencia para la Investigación y Calidad del Cuidado de la Salud (AHRQ, por sus siglas en inglés).
En tal caso, dicha entidad señala que “la dificultad para respirar, dolor de pecho, latidos cardiacos rápidos, desmayos, fiebre leve y tos (con o sin sangre)” son síntomas de una probable presencia de coágulo en el pulmón.
Para evitar ese panorama tan grave, además de modificar los hábitos alimenticios, abandonar el sedentarismo y acudir con un especialista para que defina el tratamiento adecuado (los medicamentos anticoagulantes son la opción más frecuente), es posible implementar otras medidas de prevención.
Por un lado, la Clínica Mayo sugiere que, en la medida de lo posible, el conductor se detenga cada hora, aproximadamente, para caminar un poco y estirar las piernas. Asimismo, resalta la importancia de beber líquidos sin alcohol en abundancia.
Mientras que la AHRQ recomienda no ponerse almohadas bajo las rodillas al estar sentados y reducir la ingesta de sal. También es factible que a algunos pacientes se les receten medias de compresión graduada o médica; de no recibir esta indicación por parte del especialista, lo mejor es “usar ropa, calcetines o medias holgadas”.