La automatización de procesos parte del éxito de Amazon . La compañía multinacional tiene incontables centros de distribución con millones de robots trabajando día y noche para separar los pedidos por zona. Para esto, Amazon usa una serie de algoritmos que determinan el destino de cada paquete, mismo que es entregado por repartidores de la marca de manera personal.
Sus algoritmos son tan avanzados, que incluso un robot puede decidir si deberían de optar o no por ciertos productos, así como sus posibles ganancias por cada venta, precios de inflación y más análisis para garantizar siempre la mejor opción para Amazon.
No obstante, una de sus partes que aún dependen de humanos es la entrega de paquetes. Esta se realiza por un equipo de dos personas que salen en ruta todos los días a bordo de las camionetas de Amazon. No obstante, a principios de este año la firma instaló una serie de cámaras a bordo de las unidades para monitorear a sus conductores.
Esto lo hizo con la finalidad de “garantizar la seguridad” de los operadores, pero hace unas semanas le dieron otro uso. Las cámaras ahora son monitoreadas por software de computadora que avisa a sus supervisores sobre posibles distracciones de los conductores, así como pérdida de tiempo en el trabajo y malos hábitos.
El algoritmo no muestra compasión alguna, por lo que muchos conductores han perdido su trabajo por culpa de este sistema. No obstante, algunos de ellos alegan que es muy riguroso este esquema de supervisión, ya que una computadora no sabe a lo que se enfrentan en la realidad los conductores.
El software de igual manera califica a cada uno de los conductores y, tomando como base eso, decide la cantidad de entregas que hará en el día.
Lo crítico del asunto es cuando empleados pierden su trabajo por problemas que no estaban en sus manos. Según algunos conductores, el que se te ponche una llanta, perder tiempo por no poder estacionarte o incluso no encontrar al comprador pueden ser motivos suficientes para que el algoritmo despida al conductor en ese mismo momento.
Al momento hay un gran número de quejas de antiguos conductores respecto a este robot. Sin embargo, las respuestas también son automatizadas y muy pocas veces pasan a la bandeja de entrada de alguna persona física que tome cartas en el asunto.