La década de los 80 marcó un hito en la cultura musical, gracias al éxito y auge que tuvieron algunas bandas y cantantes, mismos que dejarían un legado. Después de la crisis del petróleo, la también gozó de sus mejores años, llegando a rozar una línea entre el lujo y la extravagancia .

Firmas de todo el mundo innovaron con modelos únicos —de esos años— para ser llevados a otros mercados así como, a mediados de la década, se comenzó a pensar en el medio ambiente y los gases contaminantes que emitía la industria.

Frente a esto, algunos países empezaron a adoptar medidas más ecológicas, a regular la movilidad y los propios automóviles de gasolina. Uno de los países pioneros fue Noruega , quienes se convirtieron en un ejemplo para acelerar la adopción de los , pero su popularidad se debió, en parte, al grupo de pop noruego A-ha , los cuales pusieron de moda los EV.

A-ha

es una banda de soft-rock originaria de Oslo, Noruega. El trío tuvo su auge en las listas musicales de todo el mundo en los años 80, posicionándose como una de las bandas más exitosas de esa época, gracias a su gran éxito Take On Me .

Parece un poco extraño imaginar que una simple banda logró popularizar a los autos eléctricos, si se tiene en cuenta que, décadas atrás, los EVs no eran muy comercializados en Noruega y pocas firmas apostaban por ellos.

Cómo un grupo ochentero logró poner de moda los autos eléctricos
Cómo un grupo ochentero logró poner de moda los autos eléctricos

A-ha y la respuesta eléctrica

En 1989 , el cantante Morten Harket y el tecladista, Magne 'Mags' Furuholmen, estaban en Suiza junto al ecologista noruego y cofundador del grupo medioambiental Bellona , ​​Frederic Hauge , para una conferencia acerca de los avances sobre la movilidad eléctrica.

Mientras estaban allí, compraron algo rara vez visto en esos años; un automóvil eléctrico, específicamente un Fiat Panda , mismo que sus propietarios habían convertido para que funcionará con baterías, en lugar de tener un motor de gasolina.

Pese a tener un alcance de tan solo 45 km/h y un espacio para dos personas, el trio acepto el trato y lo condujeron hacía Oslo, y al estilo clásico de una “estrella de rock”, se negaron a pagar los elevados peajes de las carreteras de Noruega, así como aparcaban ilegalmente el Fiat e ignoraban las multas impuestas.

Su despreocupación tenía un mensaje claro: cualquier persona debería poder conducir autos eléctricos, mismos que no estaban clasificados para registrarse en Noruega en ese momento, al igual que debían estar exentos de pagar peajes, tarifas impuestas de cualquier índole y poder transitar en los mismos carriles que cualquier otro automóvil.

Una lucha por la movilidad

Antes de evadir las multas Harket, Furuholmen y Hauge, pensaron en cómo iban a introducir el vehículo al país, dado que, en ese tiempo, el reglamento noruego no permitía el registro de autos eléctricos, por lo que conducir uno en carretera era ilegal.

El trío recordó que el automóvil tenía un tanque de propano (gas) para el sistema de calefacción, logrando así registrar el auto c omo una pequeña . Pero esto no impidió que las multas fueran olvidadas y, eventualmente, las autoridades incautaron el Fiat y lo subastaron para cubrir las sanciones.

Durante un corto periodo permaneció en subasta, pero al ser un auto extraño para las personas, nadie quería comprar el auto salvo los mismos integrantes de A-ha. Estos lo compraron —nuevamente— y lo siguieron manejando sin pagar peajes ni multas, haciendo un ciclo interminable de recomprar, confiscar, subastar, rematar, comprar…

Cómo un grupo ochentero logró poner de moda los autos eléctricos
Cómo un grupo ochentero logró poner de moda los autos eléctricos

Como dato a resaltar, en esos años cada multa era de 300 coronas noruegas, casi 700 pesos hoy en día, y los integrantes cada vez volvían a comprar el auto por 200 coronas noruegas, casi de 470 pesos.

Finalmente, y después de captar la atención de los medios y de algunos activistas medioambientales, los integrantes ganaron la batalla y, en 1996 , el gobierno de Noruega cedió y permitió que los pocos vehículos eléctricos quedarán exentos del pago de peajes en las carreteras y pudieran manejarse legalmente en cualquier lugar.

Gracias a la rebeldía de los ganadores de un Grammy, la regla entró en vigor oficialmente en 1997 y duró hasta 2017. Después de ese año y hasta el día de hoy, el gobierno junto al banco nacional cambió la tarifa y los peajes para los autos eléctricos, dejando que solo paguen el 50%.

Después de popularizar los autos eléctricos y de exentarlos de pagos, los fanáticos de la banda y otras personas comenzaron a comprar estos autos, logrando así aumentar hasta un 54% las ventas y abriendo un camino para los fabricantes extranjeros que fueron llegando al país escandinavo.

Desde aquella plática hacía la movilidad eléctrica en 1989, el vocalista Morten Harket se ha mantenido como un fiel seguidor de los EVs, siendo así que el pasado año la banda se asoció con Volkswagen para promocionar la camioneta eléctrica Transporter 6.1 .

Cómo un grupo ochentero logró poner de moda los autos eléctricos
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*Imágenes: Bellona*