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A medida que varias naciones europeas empiezan a vislumbrar el regreso de las actividades comerciales después de la pandemia de coronavirus, la industria automotriz de dicho continente ha reiniciado operaciones de manufactura y, progresivamente, de comercialización habitual.
Gran parte de esta reapertura comercial programada obedece a normas de contención sanitaria que han sido considerablemente estrictas y similares entre naciones del continente europeo.
Esta uniformidad en los protocolos de sanidad ha sido inexistente en nuestro continente y, así como algunas naciones centroamericanas han tomado precauciones extremas para contener la propagación de coronavirus, hemos visto cómo otros países como Brasil o México han optado por políticas más flexibles.
Para las marcas con operación generalizada en Latinoamérica , esto supone un reto, pues complica la estrategia de reactivación comercial y peor aún, impide tener un panorama claro de los efectos de la pandemia a corto plazo.
Así lo confirma Christoph Klein, director de ventas y desarrollo de la red de Porsche en América Latina, quien declara imposible de calcular el impacto que tendrá la detención de las operaciones habituales de la marca de lujo en nuestro continente.
“Es prácticamente imposible calcular cuáles han sido los daños colaterales propiciados por la pandemia y en ese mismo sentido, es muy complicado saber cuál es el panorama para el futuro de la marca en todos los mercados en los que participa en América Latina”, señala.
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“Estamos atenidos a las medidas de cada país y más allá de eso, nosotros hacemos una evaluación interna de cuándo es conveniente y seguro reanudar nuestra operación en cada uno de los países en los que participamos”, declara el ejecutivo de Porsche.
Ante la interrogante de cómo interpretar el futuro de la marca y ánimo del mercado para comprar un vehículo de lujo, Christoph Klein se muestra optimista y declara que, por suerte, Porsche cuenta con un perfil especial que espera no sea mermado por la situación económica de los mercados latinos.
“Porsche es una promesa de calidad, performance y exclusividad que no obedece a un capricho de un día para el otro. Considero que muchos de nuestros clientes puede que esperen un poco más de tiempo para comprarse uno de nuestros autos, pero al final, hacerse de un Porsche es un sueño que van a querer cumplir”.
El ejecutivo de la marca alemana declara que, a pesar de la compleja situación entre los países en los que operan en nuestro continente, Porsche ha emprendido una estrategia en la que se prioriza el apoyo a distribuidores con subsidios económicos y con el acercamiento, caso por caso para entender sus necesidades y situación financiera.
Para Christoph Klein, es imposible anticipar cuándo se reanudará la “normalidad” comercial para cada uno de los mercados de América Latina, pues considera fundamentales dos factores para que esto suceda: las aperturas gubernamentales de cada nación y la baja en las curvas pandémicas.
No obstante, está convencido que para este mismo año, Porsche podrá llevar a cabo todas las presentaciones que tenía contemplado realizar en nuestro continente, siendo la de su primer eléctrico la más importante.
“Sin lugar a dudas, tenemos aún en los planes de 2020 la presentación del Porsche Taycan que, para mercados como el mexicano, consideramos fundamental, pues representa una etapa nueva en la historia de la marca que el mercado mexicano va a recibir muy bien”, señala.
Asimismo, Klein menciona que, hasta el momento, la estrategia de Porsche en el continente americano es mantener toda la oferta de productos homologada a mercados europeos y no espera haya un rezago entre dichos mercados.