Los videojuegos de carreras han despertado una pasión por los autos en la vida de muchos jóvenes que hoy en día se dedican a algo relacionado con la industria automotriz, incluyendo mi caso. Pasé incontables horas frente a una televisión “manejando” autos únicos que marcaron mi infancia.
Podemos hablar de ejemplos como el Suzuki Escudo Pikes Peak en Laguna Seca gracias a Gran Turismo 2, BMW M3 E46 por las calles de Palmont City (lugar ficticio) en Need For Speed Most Wanted , o el famoso Nissan GT-R R32 en Tokio cortesía del trabajo realizado en Midnight Club 3.
En ese sentido, todas las personas que somos gustosos de los videojuegos de careras disfrutamos el momento, pero muy pocas veces nos hemos cuestionado cómo es que nuestros autos favoritos están a nuestro alcance.
Desde la mecánica en general, hasta los detalles estéticos y el propio sonido del auto en pantalla, ¿cómo se desarrollan los autos para los videojuegos de carreras?
Todo empieza con el proceso de selección y para ello se tiene que entender la naturalidad del videojuego a desarrollar. Si se trata de una experiencia off-road, es de esperarse que encontraremos vehículos destinados a esta tarea, en cambio, si se tiene en mente un videojuego tipo simulación, la lista deberá de crecer para abarcar muchos tipos de vehículos.
Una vez hecha la lista, la compañía desarrolladora del videojuego se pone en contacto con las marcas de los autos seleccionados para pedir autorización sobre el uso de imagen del producto. En su defecto, se compran las licencias respectivas para su uso si el auto es sumamente importante en la trama del videojuego.
Los videojuegos son un gran escaparate para las marcas, por lo que la mayoría acepta sin problema, pero hay casos únicos que sobresalen del resto. Por ejemplo, Porsche tiene un contrato exclusivo con Electronic Arts , por lo que ninguna otra compañía puede hacer uso de su imagen en un videojuego de carreras.
Por otro lado Ferrari no aparece en las sagas de Need For Speed, ya que la firma italiana argumenta que esa no es la imagen que quieren para sus automóviles.
El factor decisivo para los desarrolladores es qué tanto deseo sienten las personas por dicho auto, por lo que la mayoría de las veces encontramos una lista conformada por opciones populares.
Una vez completa la lista, el estudio se pone a trabajar en el proceso de modelado. Para esto, los diseñadores escanean el auto en la realidad mediante una serie de sensores que digitalizan la unidad y luego es retocada a mano para hacerla lo más cercana a la realidad posible en cuanto a medidas.
Hay casos en los que no pueden tener físicamente el coche, por lo que deberán de trabajar de la mano con la respectiva marca para detallar el proyecto digital lo más cercano a la realidad.
Una vez completado este proceso, un equipo de programadores e ingenieros mecánicos se juntan para definir la forma en la que se comportarán los autos. No todos se manejan igual, ni tienen la misma potencia, esquema de tracción o prestaciones, por lo que este es uno de los procesos más tardados.
Algunas marcas envían a sus pilotos certificados a ayudar en este proceso para hacer que su auto digital sea lo más parecido a la realidad en cuanto al desempeño. En el caso de videojuegos tipo simulación, los desarrolladores del título pasan incontables horas en pruebas, viendo las variaciones de la puesta a punto.
El paso final es definir las opciones que se le podrán modificar al auto, ya sean mecánicas o estéticas. Para videojuegos como Need For Speed, los retoques de carrocería y diseño son parte fundamental, por lo que hay que diseñar pieza por pieza los opcionales y sus variantes.
Para juegos como Asseto Corsa, lo principal será la modificación de la puesta a punto del coche, por lo que no variarán temas estéticos pero si de programación para cambiar el desempeño del auto.