Existen conductores que consideran que lo más importante es que su auto se mueva con agilidad, otros tienen como referente el diseño, pero existe un segmento que lo disfruta por el sonido que emite . Para ellos, más allá del atronar de un sistema de escapes libre, el rechinar de las llantas o el zumbido de un supercargador, lo más satisfactorio de un buen vehículo es el sistema de sonido que ambienta los viajes.
Cuando el audio de fábric a de nuestro auto queda corto para nuestra preferencia, la opción es instalar equipo sustituto. Como en todo proyecto que vaya sobre ruedas, es necesario fijarnos alcances y encontrar proveedores decentes. Para el caso del autosonido , una alternativa está en tomar un enfoque escalonado en la medida de lo posible, para disfrutar de todo el trayecto y no esperar a tener el gran proyecto listo. Platicar nuestro plan a un instalador de confianza y encaminarnos paso a paso. Calendaricemos nuestros planes o se quedarán en un frustrante “un día de éstos”. Así puedes mejorar el sistema de audio de tu coche:
La primera etapa de la evolución de nuestro proyecto es cambiar el receptor por uno de mayor calidad y con más opciones de alimentación. Aunque es conveniente una interfaz bluetooth, para fines de alcanzar una fidelidad más elevada es conveniente tener al menos una opción de entrada RCA.
La alimentación puede correr a cargo de un disco duro de estado sólido con música dedicada a nuestra preferencia, mejor con compresión lossless o AAC que comprimidos como MP4. Otra opción son proveedores de stream que proporcionen audio de calidad elevada, como el brindado por la plataforma Tidal.
Resuelta la música, hay que transferirla al aire. Para ello la opción inicial es sustituir las bocinas de puertas, las cuales regularmente tienen el enfoque al rango medio, para sustituirlas con un par de mayor potencia y que cuenten con woofer para bajos, y tweeter. No, no la red social con bots, sino unas bocinas pequeñas orientadas a los sonidos más agudos.
Si en esa quincena o una cercana podemos pasar a la siguiente etapa: instalar un amplificador. Este nos brinda la capacidad de alimentar bocinas más grandes, como las ya instaladas en las puertas delanteras. Según el uso que le daremos y el alcance final de nuestro plan, la recomendación es elegir un equipo que soporte el calor de nuestro país en uso prolongado, con ventilación y montado en un soporte con suficiente dispersión de calor.
El gran medidor de un buen sistema de sonido está en la profundidad y contundencia de sus tonos graves. Varios factores inciden en este atronar, pero los principales son: lo robusto de los woofers lo cual se logra eligiendo el equipo más fino y potente que el presupuesto permita, un buen crossover, dispositivo cuya función es separar los tonos por frecuencia, y la maestría del instalador para armar un cajón de propiedades convenientes a la forma interna de nuestro auto, y que aproveche las ondas sonoras al máximo. Complemento al woofer o bajo son los subwoofers, bocinas que únicamente se usan para reforzar el espectro más grave, de menor frecuencia, que además de escucharse se siente.
Los conductores a utilizar en todo este proyecto deben tener el calibre necesario para no crear resistencia, así como aislamiento electromagnético para mantener fuera zumbidos y chasquidos provenientes de emisiones de radio como antenas de celular, chispas de alternador, radios de centrales y un amplio etcétera. Escatimar en los cables no es nada recomendable.
Muchos aficionados llegan a una etapa intermedia sufriendo de un zumbido irritante en sus sistemas, mismo que puede ser evitado con una conexión a tierra en cada equipo. Esta permitirá también librar al sistema de descargas inesperadas, previniendo que algún componente se dañe.
Paneles, uniones y hasta las láminas de identificación emitidas por las autoridades pueden vibrar con un equipo de capacidad incrementada. Productos especializados para prevenir este fenómeno nos permitirán gozar de nuestro proyecto sin interferencias desagradables.
Se sugiere conservar cada comprobante fiscal de nuestras adquisiciones, y coordinar con nuestra aseguradora automotriz las opciones para proteger esta inversión contra el modelo de negocio de los siempre disponibles amantes de lo ajeno. Como criterio base, la sugerencia es no llegar a un sitio público donde dejaremos estacionado el vehículo haciendo alarde de sus capacidades. Aprovechémoslas en movimiento, o bien estacionados donde no resulte un riesgo.
Cada auto y cada presupuesto son distintos, por lo que un criterio conveniente es tener un asesor y proveedor de instalación de confianza con quien podamos discutir pros y contra de cada una de las etapas en nuestro plan maestro.