La tormenta invernal que azotó esta mañana a nuestro país nos hace oficializar que la temporada de bajas temperaturas ya comenzó. En conjunto a este fenómeno natural, el frente frío #10 ha traído algunas de las primeras nevadas en nuestro territorio y por esa razón, te decimos cómo debes preparar a tu auto para manejar en estas condiciones.
Es importante entender que manejar en la nieve o carreteras con ligeras capas de hielo representa conducir sobre superficies mucho más resbaladizas y por consecuente, el manejo del volante y los pedales es completamente distinto a un entorno normal.
El primero de los puntos que debes de revisar es el de tus llantas . Aunque no haya nieve o hielo en las calles y carreteras, las bajas temperaturas dañan tus neumáticos de manera considerable.
Los constructores y desarrolladores de llantas miden el agarre de éstos al piso con una medida denominada “coeficiente de fricción”.
Un buen juego de llantas en asfalto seco tiene un coeficiente de fricción de 1. Esos mismos neumáticos en un camino mojado bajan su escala de agarre a 0.7, en nieve a 0.15 y en hielo a 0.08.
En estricto sentido, comprar un juego de llantas para nieve es demasiado para las condiciones de nuestro país, donde las nevadas no son tan frecuentes. Sin embargo, sí es indispensable que en esta temporada de bajas temperaturas, revises el estado de tus neumáticos para que no sufras un accidente por la falta de fricción contra el piso.
Además de esto, hay cuestiones que van más allá del equipamiento de tu auto y estos implican tu comportamiento frente al volante.
Al haber menos fricción contra el piso, todas las maniobras que hagas al manejar en estas condiciones deben de ser más lentas. No solo en términos de velocidad, sino también en los movimientos que hagas en el volante.
Luego de tener el auto detenido por un espacio de tiempo, es recomendable hacer aceleraciones de manera suave y lenta. Si escuchas el rechinido de las llantas o ves un triángulo naranja parpadeando en tu tablero, significa que tu control de tracción está tratando de restringir tu avance, así que lo mejor es que lo tomes con calma para no salir disparado sin control.
Lo mismo sucede con el volante. Si sientes que al dar vuelta éste se “resbala” de tus manos, significa que los neumáticos no tienen suficiente tracción disponible para girar con fuerza, así que suelta el volante la rueda hasta que sientas un comportamiento normal y continúa con un movimiento lento.
Por el lado contrario, si intentas girar y no sucede nada, vuelva a enderezar la dirección del volante y disminuye la velocidad con una presión suave y breve del freno, luego intente nuevamente con movimiento menos bruscos.
Al conducir en estas condiciones debes aumentar tu paciencia y precaución, especialmente al querer frenar. Por esta razón, es fundamental prevenir tus detenciones de mayor manera a lo que normalmente lo haces.
Mientras una detención a alta velocidad en piso seco te puede llevar 45 metros, hacerlo con asfalto helado te puede tomar 150 metros.