Entre el testimonio de conocidos y experiencia propia, puedo llegar a la conclusión que el robo de autopartes en la capital del país ha aumentado en meses recientes. Esto, a pesar de que los reportes oficiales de este delito en la Ciudad de México no han subido de manera significativa.
Una de las razones por las que se puede entender que este delito no registre un aumento considerable contra lo asentado en años anteriores es el hecho de que la pandemia puede inhibir la intención de ir a reportar este daño a las instancias correspondientes.
De hecho, según un informe presentado esta semana por legisladores de la Ciudad de México, se estima que solo uno de cada cuatro robos de autopartes es reportado a las autoridades. A esto se suma un incremento de 20% en este delito en los primeros tres meses de 2021, contra lo registrado el año pasado.
Es triste pensar que sufrir este tipo de delitos es muy común y por eso, el mercado informal haya retomado su popularidad.
Hay quien dice que, en aras de detener el robo de autopartes , hay que evitar la compra de piezas en lugares de dudosa legitimidad. Sin embargo, si nos ponemos en los pies de quien acaba de sufrir un atraco a sus pertenencias, desembolsar mucho dinero para solucionarlo no es la opción más atractiva.
Esto se acentúa si consideramos que el precio de piezas como faros delanteros o frente de parrilla puede costar hasta un 30% del valor total del vehículo.
Otro de los factores que no alienta al propietario del auto a seguir el camino de la rectitud luego de sufrir el robo de una pieza de su auto es que, ya en el Ministerio Público, las autoridades hacen sumamente tortuoso el proceso.
Para reportar el robo de algo tan evidente como los espejos laterales de un auto, las autoridades piden llevar el vehículo al Ministerio Público para someterlo a una inspección de un perito que pregunta cuándo y dónde sucedió. Después, procede a preguntarte por qué decidiste dejarlo en la calle y finalmente, hace el favor de levantar el reporte con regaño incluído de que “la cosa está muy fea” como para andar dejando un coche al aire libre.
Tampoco hay muchos incentivos para hacer este proceso pues, además de que es un calvario, generalmente no representa un beneficio para el propietario. A diferencia de cuando vamos al MP a denunciar el robo total de un auto, el reporte de sustracción de autopartes no va a representar una ayuda frente a la aseguradora, pues casi ningún servicio de indemnización cubre este tipo de delitos.
Frente a esta situación, las marcas de autos encuentran una enorme oportunidad de generar un diferenciador en favor del cliente.
Y es que, ante la penosa situación que se vive en varias ciudades del país, hay compañías que incluyen como un estándar la cobertura de aseguramiento contra el robo de autopartes.
Tal es el caso de Cupra , quienes, a la par del lanzamiento de su icónico modelo León, incluyen, de serie, una cobertura contra el robo de autopartes de manera anualizada.
En el plano de lo ideal esto no debería ser un factor de interés. Sin embargo, en el contexto en el que vivimos, me parece una lectura inteligente de quien ofrece un producto que sabe que es deseado por los amantes de lo ajeno.
Frente a este triste fenómeno, invitamos a quienes sufran este tipo de delitos a que los reporten pues, a pesar de que parece no haber una consecuencia tangible, los reportes oficiales pueden marcar una alerta a las autoridades. En el mismo sentido, exhortamos a que más marcas incluyan este tipo de cobertura en el precio final de sus autos.