Para que un auto triunfe , la buena publicidad es parte indispensable del negocio. En nuestro país hemos visto como diferentes modelos son un éxito rotundo gracias a que los comerciales se quedan en la mente de las personas.
Hoy en día, los comerciales de autos tienen una producción increíble y están desarrollados para distintas plataformas com o las redes sociales . Sin embargo, no siempre fue así , antes las marcas invertían en locutores, compositores para hacer temas musicales y hasta animales exóticos. Aquí te presentamos como han evolucionado los anuncios de autos en nuestro país .
Durante esta época se hacía mucho énfasis en lo que el locutor tenía que decir. Al principio de la década casi no se utilizaba música de fondo pero, conforme terminaba, se empezaron a usar temas que sonaban muy fuerte cuando el locutor hacía un espacio de silencio.
1970 Beetle o “Vocho”
En este tiempo se dejaron un poco de lado los locutores, aunque no en todos los casos. Comenzaron producciones en set con historias que no estaban tan relacionadas con el producto en sí mismo. Por lo que, al final del anuncio se hacía énfasis en lo que se quería resaltar del vehículo o la emoción que transmitía. La música se definía muy de acuerdo al ambiente en que se desarrollaba el comercial, podía ser de carácter familiar hasta futurista.
En la década de los noventa comenzamos a ver que los autos eran anunciados más por su valor agregado que por lo que el coche mismo podría ofrecer. En algunos casos el comercial mostraba una historia sobre el auto más que un locutor explicando que tenía el auto. La producción mejoró aún más y ya se veían elementos que hacían referencia a México.
1990 Ford Cougar
1990 Volkswagen Combi
1990 Nissan Tsuru
1997 Chevrolet Chevy
Para los primeros 10 años del nuevo milenio los comerciales cambiaron dramáticamente , ahora más que mostrar atributos del auto, enseñaban qué emoción evocaba. La música ya no era parte fundamental del anuncia, a menos que acompañara la emoción que se quería mostrar. Fue el tiempo de frases inolvidables como “la cheyenne apa” o “Todos tienen un Jetta en la cabeza”