En los meses de pandemia , el mundo se ha detenido con el objetivo de evitar aglomeraciones públicas y las concentraciones de gente que esto implica en el proceso de llegada a destinos como escuelas, lugares de trabajo o centros de esparcimiento.
Esta pausa en la movilidad ha representado un impacto inmediato a muchas de las industrias que se dedican al transporte de personas, ya sea en la modalidad pública o privada.
Dicha conmoción a los paradigmas de la “normalidad” ha cambiado el panorama de la movilidad . Los distintos jugadores que la componen nos cuentan, en esta edición, cómo han sufrido el impacto de la pandemia, cómo creen que se va a transformar su operación en el futuro inmediato y cuál es el recuento de los daños ante este fenómeno.
Una de las consecuencias más fuertes de la pandemia es la incertidumbre económica, ante una caída progresiva del PIB, noticias de despidos masivos y la cancelación de proyectos que a inicios de año se consideraban un hecho y se pensaban como un beneficio.
Naturalmente, la idea de comprar un auto no resulta tan atractiva si tomamos en cuenta que, para muchos, el flujo de dinero no es el acostumbrado y el aumento de precios, a causa de la desfavorable paridad cambiaria, podría inhibir al mercado nacional.
Sin embargo, en los más recientes meses de pandemia (julio y agosto), la industria automotriz local ha visto una recuperación progresiva que, de acuerdo con algunos expertos, se ha estimulado por la intención de evitar el uso de transporte público.
“Las reservas de la gente por utilizar transporte público han hecho que tanto el mercado de autos nuevos como el de seminuevos tome una recuperación más rápida de lo esperado”, señala Jorge Vallejo, director general de Mitsubishi en México.
De acuerdo con información de Kavak, sitio especializado en la venta de vehículos seminuevos, en abril la venta de vehículos cayó 28%. Sin embargo, para agosto han registrado un aumento por encima del 100% comparado con el mismo periodo de 2019.
“La pandemia nos ha caído bien en términos de negocios, pues de tener una oferta de dos mil unidades, hoy la hemos tenido que aumentar a 12 mil y hemos crecido y penetrado en distintas ciudades en las que antes no estábamos”, señala Federico Ranero, director de operaciones de Kavak en México.
Este aumento es, de acuerdo con Alejandro Rosas, líder de proyectos de movilidad de Ford de México, muy peligroso para las condiciones de transporte que sufre la Ciudad de México.
“Es entendible que en estos momentos la gente que tiene que empezar a regresar a sus lugares de trabajo busque la manera de evitar el uso de transporte público. Sin embargo, la compra indiscriminada de autos nuevos o usados solo va a generar una mayor saturación de las vías que utilizamos y eso va a empeorar la crisis de movilidad que tenemos en muchas ciudades del país”, señala Alejandro Rosas.
El alto en la movilidad que supuso el confinamiento obligatorio entre marzo y abril fue un golpe durísimo para las plataformas de
movilidad como Uber y Didi .
De acuerdo con Juan Andrés Panamá, director de operaciones de Didi en México, el impacto más fuerte para la operación en México se sufrió entre la tercera semana de marzo y la primera de mayo, pues en ese periodo solo se realizaron 50% de los viajes de los registrados en febrero, tomado como un lapso de referencia como un “mes normal”.
“Las primeras semanas de la pandemia nos afectaron mucho, pues la gente no salía de sus casas y había un miedo generalizado por subir a un coche que no fuera el nuestro. Sin embargo, a medida que se han retomado las actividades, hemos visto que la gente confía más en nosotros y que, para quienes no tienen auto propio, somos la mejor opción.”
“De acuerdo con encuestas realizadas a nuestros usuarios, el 70% nos prefiere porque nos considera una opción más higiénica que el metro u otras opciones de transporte público”, dice el ejecutivo.
No obstante, la reanudación de actividades en nuestro país ha ayudado a que se nivelen las cifras de viajes y, a la par de estrategias implementadas por Didi , esperan cerrar el año con un 80% de los viajes que registraron en 2019.
“El impacto económico y social de la crisis sanitaria nos ha llevado a buscar nuevas maneras de apoyar a que la economía no se detenga, y quien tenga que trasladarse lo pueda hacer de manera segura y a un precio accesible. Hemos observado que las zonas conurbadas del Valle de México han aumentado la utilización de nuestra app en mayor proporción a zonas céntricas, con hasta 15% de nuevos usuarios, tanto por la reducción de precios en DiDi Express como por los lanzamientos de nuevos servicios, como viajes desde $18 pesos con DiDi Economy, el cual ha sido elegido por el 46% de los pasajeros”, detalla Juan Andrés Panamá.
Las apps que buscan incentivar el inicio de una movilidad más eficiente tenían como uno de sus retos más difíciles de superar las condiciones de inseguridad de nuestro país. Ahora, con la pandemia, la idea de subirse al coche de un desconocido es menos atractiva por las implicaciones sanitarias que esto representa.
Así lo asume, Ingrid Avilés, directora de Waze Carpool México , quien admite que convencer a la gente de compartir coche para llegar a un mismo destino es, en estos momentos, más difícil por el desconocimiento de cómo funciona la movilidad compartida.
“Nuestros usuarios cautivos no han dejado de usar nuestra app en la pandemia y aunque hemos visto cambios en el comportamiento y uso de la plataforma, saben que hay que ceder un poco para un bien más grande que es una movilidad más inteligente”, declara.
Waze Carpool es una app en la que los usuarios pueden ponerse de acuerdo, según los destinos a los que se dirigen, para compartir un coche y, de esa manera, evitar el uso indiscriminado del mismo mientras el conductor recibe un apoyo económico para gasolina o mantenimiento de su vehículo.
“El promedio de ocupación de un vehículo en la Ciudad de México, según el INEGI, es de 1.2 personas por auto. Esto es increíble y nos habla mucho del espacio que ocupan los coches en nuestras calles. El “car-sharing” es una de las mejores opciones para eficientar esto y podemos ver cómo en otras ciudades ha aliviado los tiempos de traslado en centros de alta densidad de tránsito”, señala la directora del proyecto.
Ingrid Avilés admite que la transición a este tipo de movilidad va a retrasarse en nuestro país por la pandemia y por la cultura general de traslados que tenemos los mexicanos.
“Estamos en un momento clave, en el que si nos ponemos a comprar coches de manera inconsciente, vamos a terminar con una crisis de movilidad peor de la que teníamos antes. Es muy importante que las instancias gubernamentales apoyen a esquemas de movilidad inteligente para no terminar peor de lo que estábamos antes de la pandemia”, concluye.