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Durante toda su existencia, la transmisión de un auto ha sido uno de los componentes mecánicos más subestimados, pero resulta ser en realidad uno de los puntos más importantes de todo tren de poder.
Con la creciente demanda de la electrificación, los diseñadores e ingenieros encargados de desarrollar las transmisiones tienen una oportunidad de oro para comenzar a generar popularidad para sus componentes.
Esto es gracias a que en la mayoría de los autos híbridos, el generador eléctrico se monta dentro de la transmisión, en lugar de estar acoplado directamente al motor, por lo que juega un papel muy importante que poco a poco se dará a notar con mayor frecuencia.
Por poner un ejemplo, ZF, el gigante fabricante de transmisiones, ha estado desarrollando componentes híbridos para las transmisiones desde hace años, generando así una “base” modular de la que pueden partir variantes de cajas de cambios.
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En lugar de un convertidor de par convencional, ZF echa mano de un pequeño motor eléctrico en la transmisión que es fácil de montar. Esto elimina por completo ese sentimiento de “alargar los cambios” que se genera con las cajas continuamente variables (que técnicamente no cuentan con cambios de velocidad, ya que no hay engranes en su interior).
Gracias a este pequeño condensador eléctrico dentro de la transmisión, el auto puede incluso recuperar energía cuando se desacelera y ocupar esta misma como apoyo extra al momento de arrancar con prisa o querer realizar rebases.
Toda esta tecnología sobre transmisiones para autos electrificados ya cuenta con varias opciones, que van desde un ligero apoyo de 48 volts , hasta cajas de cambios automáticas que por si solas producen 296 lb-pie de par y apoyos de hasta 134 caballos de fuerza que pueden ser usadas en configuraciones de tracción trasera o integral.
Estas últimas incluso pueden “desacoplarse” del motor para trabajar por si solas y mover al auto completamente en modo eléctrico por cortos rangos, además de mantener activos los sistemas de bombeo de líquidos del motor, para retomar la combustión interna en cualquier momento sin problemas.
Por su parte, las transmisiones de los autos completamente eléctricos son mucho más simples. En la mayoría de los casos, solamente son de una velocidad, que puede transformar la potencia del motor eléctrico (que llegan hasta las 20,000 RPM ) en una cifra más controlable para su uso cotidiano.
El tener solo una velocidad reduce el par máximo del motor, pero ayuda a reducir espacio y peso, dos elementos en los que se suele pelear hasta el último centímetro, o gramo, en los autos eléctricos.
Las revoluciones de un motor eléctrico deben de ser reducidas hasta 10 veces para poder transmitir su poder a las ruedas, y hay marcas que han utilizado una caja de una sola velocidad, con dos pasos diferentes.
El primero se encarga de reducir las RPM del bloque eléctrico , para después acoplar el segundo paso y terminar de dominar la potencia de manera controlable para el usuario. Suena fácil, pero se han requerido de años de desarrollo e investigación para lograr este cometido.
Despues de esta explicación, esperamos que de ahora en adelante tomes en cuenta que no solo el motor es la parte más importante al momento de comprar un auto, sino que también la transmisión jugará un papel muy protagónico.
De algo estamos seguros: la transmisión aún tiene mucho camino por delante y seguirá mejorando constantemente para ofrecer la mejor experiencia al usuario.