“Los humanos son terribles conductores”
dijo Christian Crews, futurista de la empresa de tecnología Kalypso, para dar inicio a la primera edición del Road Trip 2030 evento que busca abrir un panorama a futuro de lo que debemos esperar de los vehículos autónomos y evitar reducirlos solo a “coches que se manejan solos”.
El norteamericano basa sus palabras en cifras contundentes: al año ocurren 5 millones de accidentes y el 94 por ciento de ellos se debe a un error humano. Por lo que Crews está convencido de que, antes que cualquier cosa, los “ vehículos autónomos no tienen que ser buenos, solo tienen que ser mejores (conductores) que las personas”
Fue organizado por Covestro, empresa dedicada al desarrollo de materiales para diferentes industrias, en la ciudad de Pittsburgh. Cabe destacar, que ni el tiempo ni el lugar se escogieron de forma arbitraria. Según los organizadores, esta urbe ubicada en Pensilvania es el lugar en los Estados Unidos Unidos donde más autos sin conductor se encuentran circulando.
El año 2030 es el tiempo que la industria automotriz tradicional ha puesto como meta para tener a los autos sin conductor a punto y rodando por las calles. Por ello, a través de esta serie de conferencias los expertos invitados (desde periodistas e ingenieros hasta diseñadores) realizaron comentarios muy puntuales acerca de dónde estamos, hacia dónde vamos y qué necesitamos para llegar ahí.
Antes de pasar a las pláticas con los demás expertos, Christian Crews aprovechó para dar una serie de conclusiones que ha realizado desde su trinchera. Estas van enfocadas, principalmente, hacia las necesidades de los vehículos comerciales (que consideran la primera parada importante de los coches autónomos ) y los coches sin conductor como una industria prolífica, algo que ocupa gran espacio en las pretensiones de las empresas.
El norteamericano espera que en los próximos 10-12 años las flotas de vehículos autónomos reducirán el precio al punto de estar casi al mismo precio que el transporte público y cambiará la propiedad al grado de que tener un auto será un lujo fuera de entornos rurales.
Crews basa esta propuesta de movilidad en tres grandes ejes: las flotas, las tecnologías autónomas y la electrificación de los vehículos. La primera, en las proyecciones realizadas por su empresa, se basa en la idea de que en las grandes ciudades tener un auto cada vez es más caro. Usar flotas de autos compartidos y cobrar por suscripción o por kilometraje podría ser una forma de resolverlo. En ese sentido, espera que las flotas autónomas absorvan el 75% del costo.
Un punto clave es la reducción de costos a partir de la electrificación , pues esperan que con un precio de 13 centavos de dólar por milla los encargados de transporte público se sientan más atraído a estas ideas. También influye que los motores de autos eléctricos son menos complejos que los de combustión interna y pueden durar más (500 mil millas) convirtiendo la duración de las llantas en el problema número uno en resolver.
Finalmente, para hacer este negocio redondo Crews aseguró que el retorno de inversión de una flota de coches autónomos llegará en meses y no en años. Esto será posible debido a que algunas OEMSs (desarrolladores de componentes originales) esperan que el equipo completo tenga un costo de 5 mil dólares en 2025 y de 2 mil 500 para 2030.
A través de cuatro diferentes mesas de debate durante el Roadtrip 2030 de Covestro, expertos como Robert Schoenberg, editor de Today´s Motor Vehicles, Paul Snyder, presidente de Diseño de Transporte en la Universidad de Estudios Creativos, y Paul Platte, jefe de movilidad automotriz en Covestro, se llegaron a conclusiones muy puntuales sobre la actualidad de la tecnología autónoma.
Un tema de tecnología y de decisiones morales son lo que más limita a esta industria hoy en día. Los presentes llegaron a un consenso de que “todos quieren ser los primeros en lanzar un coche autónomo” y el resultado son fallas que ponen en riesgo a las personas y al mismo equipo circulando en las calles.
“Esto representa un punto crítico” pues se plantea la cuestión de quiénes son los que llevan ventaja con los coches autónomos. Para los panelistas, son los desarrolladores de tecnología los posibles ganadores de esta carrera pues los autos en sí mismos ya existen y no debería ser una preocupación.
Finalmente, existe una consideración moral que depende más de los humanos que de las máquinas. Esta se lanzó con el siguiente cuestionamiento: ¿Comprarías un coche autónomo que, en una situación extrema, atropellaría a un grupo de personas para cuidar la integridad de sus pasajeros( pues esta es su principal misión)? Sin duda, es un tema que debe resolverse antes de poner a flotas de coches autónomos a rodar en la calles.
Para finalizar, Covestro puso a disposición de los asistentes un video de como los materiales pueden intervenir en la velocidad de desarrollo de esta industria: