El volante
es una pieza importante en cualquier vehículo debido a que, básicamente, le da dirección al auto y de fallar puede ser motivo de un grave accidente. Si al momento de manejar percibes en el volante una vibración , indica que algo no anda bien en e auto, por lo que deberás revisarlo, o en su defecto, llevarlo al taller mecánico.
A continuación te diremos cinco razones de por qué vibra el volante al momento de manejar.
Dirección y suspensión
El volante puede vibrar porque la dirección está desalineada. Al tener una mala configuración en ambas partes, como consecuencia, el neumático rueda sobre el suelo de manera desigual, mientras que la falla en la suspensión puede acelerar el desgaste, aumentar el consumo y, por supuesto, generar las molestas vibraciones.
Neumáticos mal equilibrados
Si los neumáticos tienen desgaste en el eje delantero o si registran algún defecto de fábrica, existirán ciertos movimientos irregulares en el volante . Una deformación en la banda de rodadura se convertirá en vibraciones cuando se circula entre 5 y 40 km/h.
Desgaste en los discos de freno
A menudo, se tiene debe revisar el estado en el que se encuentran los frenos ya que son los que más desgaste presentan, a su vez, se convierten en el origen de la falla del por qué tiembla el volante.
Los frenos que no se encuentran planos transmiten vibraciones al volante y en los pedales. Si los discos se ven desgastados, lo mejor será sustiturlos por unos nuevos asimismo cambiar las pastillas.
Juntas homocinéticas
Al recorrer largos kilómetros en el auto, hay más posibilidad de que la vibración del volante sea por el desgaste de las juntas homocintéticas. Esto puede causar el aumento de la temperatura del motor, ruidos metálicos acompañado de vibraciones Algunas juntas homocintéticas se pueden reconstruir pues comprarlas puede resultar más costoso se venden como parte de un conjunto de piezas para realizar la completa sustitución.
Amortiguadores dañados
Es frecuente que los neumáticos estén desgastados causen vibraciones en el volante , pero la raíz verdadera del problema podría estar en los amortiguadores. Antes de determinar el origen, revisa todas las sujeciones para comprobar que su estado sea óptimo. Siempre es recomendable cambiar los 4 al mismo tiempo para obtener un mejor equilibrio.