Chevrolet Traverse
, a pesar de no contar con una denominación legendaria como es el caso de sus hermanas mayores Tahoe y Suburban, en esta su segunda generación ofrece una mezcla de excelente balance para ciudad y viaje. Cuenta con siete cómodas plazas y contempla espacio para equipaje de cada uno de los pasajeros . Su característica más notable a mi parecer está en su comportamiento ágil, particularmente aprovechable en ciudad pero que en carretera es literal un factor de vida o muerte.
Tuvimos la oportunidad de experimentar de primera mano la conducta de esta SUV en su versión LT . De entrada su aspecto exterior cuenta con todo el DNA Chevrolet, que remite al recuerdo de las anguladas líneas de la legendaria serie 1500. El enmarcado estético de las ventanas laterales con acabado metálico acentúa los ángulos de su perfil. Los rines de 20 pulgadas le dan una presencia robusta y su alerón posterior cierra la línea con dinamismo. Siendo algo laxos con las comparaciones, parecería que estuviéramos ante una Suburban que estuvo a dieta.
Al interior los componentes de tablero, consola, volante y paneles de puertas trabajan en armonía, sin estridencias ni sueños de nave extraterrestre. El gusto puede parecer conservador pero tiene detalles modernos y de buen gusto como enmarcados metálicos mate que hacen que el interior no se vea ni viejo ni austero. Al centro del tablero, la pantalla central de 8 pulgadas con funcionalidad touch oculta además una práctica sorpresa, al elevarse para revelar una cajuela de guantes complementaria. Otra sorpresa práctica es la función de espejo retrovisor basado en pantalla LED: Con un switch del espejo se activa una pantalla que nos brinda un atisbo al futuro. Esta es una función muy práctica para saber qué situación hay tras nuestro vehículo al circular, pero a la que la óptica de los ojos del conductor tendrá que adaptarse.
Al igual que otros vehículos de la gama GM, ofrece conectividad y telemática OnStar
, que en caso de transportar siete pasajeros dispone de conexión para cada uno de ellos, además de puertos de carga USB, también con siete.
Los asientos de piel ofrecen en las plazas de piloto y copiloto la función de enfriado y calefacción, además de ajuste lumbar y bajo rodillas, mientras que el quemacocos dividido en dos áreas da una sensación de mayor amplitud al interior.
En movimiento, los 305 caballos de su motor 3.6 litros bastan y sobran para moverla con alegría entre el irritante tráfico chateador, ¿sabe cuál es? el formado por quienes prefieren circular a baja velocidad, con la finalidad de ir viendo el celular. La transmisión es de 9 velocidades, con lo que el torque de 259 lb-ft está gestionado con una amplia variedad de engranajes. Cuenta con modo manual.
Anecdóticamente y sin que resulte un hallazgo científico, encontré que el consumo de Traverse es sorprendentemente bajo, al menos durante mi prueba práctica de manejo. La aguja no bajó ni un octavo del tanque y mi preferencia no es para nada conducir como los mencionados chateadores. Ayuda a esta finalidad el menor peso de esta generación, con un 7% de reducción en kilogramos, y el sistema de encendido y apagado automático del motor en paradas. La marca menciona en su página de internet rendimiento de 12 kilómetros por litro, de forma combinada.
El tono de la suspensión es un punto fuerte en Traverse,
pues esconde la mayor parte de las irregularidades sin ser pastosa o mullida. La insonorización es baja, dejando fuera tanto el ruido del tráfico como del propio motor. Ayuda además a este factor el sistema de sonido Bose de 10 bocinas.
La versión probada, con nomenclatura LT, tiene un precio de lista de 821 mil 500 , mientras que la versión inicial LT maneja un precio de 728 mil 500. Algo interesante de la gama Chevrolet en este momento es que tiene escalones cercanos, hacia arriba con Tahoe y hacia abajo con Equinox, para acercarse al máximo a la preferencia de los entusiastas de la marca de la corbata de moño.