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Además de las ventajas inherentes que brinda su carrocería, tener una SUV proporciona una especie de status en el mercado mexicano. Entre vecinos, amigos o familiares, es posible escuchar que alguien goza de prosperidad económica porque se compró un “camionetón”.
No importa mucho la marca, la tecnología o la potencia del modelo. Por alguna razón, los consumidores mexicanos asociamos a las carrocerías utilitarias como símbolo de prosperidad y bonanza financiera.
Gracias a esta idea (y un cambio en las tendencias globales), el consumo de SUVs y todas sus variantes ha aumentado de manera importante en los últimos años al punto de transformar el catálogo de las marcas.
Chevrolet no es la excepción a esta tendencia y por primera vez en su historia en México , gozará de un portafolios mayoritariamente cargado a las SUVs con la llegada de un nuevo producto que luce como un “camionetón” sin perder de vista el bolsillo de los consumidores.
Se trata de la nueva Chevrolet Captiva , una reinvención del nombre que hace unos años se posicionó como la propuesta de la marca americana en el segmento de SUVs medianos.
Ahora, la Chevrolet Captiva es una SUV de tres filas de asientos con mucha tecnología y con un precio competitivo en aras de convertirla en el siguiente gran golpe de Chevrolet en el mercado mexicano.
De manera anticipada a su presentación, pudimos manejarla y así, conocerla a profundidad y saber si tiene lo que se requiere para convertirse en uno de los autos preferidos del mercado mexicano.
Aspecto fresco y moderno
Frente a la uniformidad que caracteriza a las SUVs de volumen de nuestro país, la nueva Chevrolet destaca por un aspecto refrescante, considerablemente elegante y totalmente nuevo en el lenguaje de diseño de la marca norteamericana.
Lo primero que salta a la vista en la nueva Captiva es una refinada línea de luces LED que abrazan al frente de la camioneta y la hacen lucir como una SUV moderna. Al centro de esta franja se desprende una enorme parrilla de color negro que la complementa como un auto imponente.
Para rematar su propuesta de diseño diferenciado, Chevrolet decidió instalar los faros delanteros en una posición considerablemente baja para los cánones de estilización tradicionales. Esto puede generar opiniones divididas entre el público, pero definitivamente delata iniciativa de los diseñadores por distinguirse del resto.
El resto del exterior luce formas más convencionales sin que esto represente un enlace con otros diseños provenientes de la marca de Detroit. Es decir, el diseño es propio de la homogeneidad estética que está presente en algunas marcas japonesas o coreanas.
Esto puede encontrar explicación si tomamos en cuenta el origen de la nueva Captiva, pues a diferencia de la versión anterior que era fabricada en Corea, la nueva es de origen y manufactura china.
Ante esto, no queremos dar a entender que se trata de un producto de mala calidad, sino uno con rasgos estéticos a productos salidos de ese país.
Deslumbrante interior
Para bien o para mal, hoy las pantallas juegan un papel fundamental en el diseño y funcionalidad de los autos. Chevrolet lo entiende y para imprimirle un carácter vanguardista al interior de la nueva Captiva, han integrado una enorme pantalla de 10.4 pulgadas que sirve como consola de infoentretenimiento y de algunas de las funciones del auto.
Por ejemplo, más allá de ser el monitor desde el cual se operan las interfaces Apple CarPlay y Android Auto , este monitor sirve para manipular el sistema de aire acondicionado, revisar los alrededores, vía cámara trasera o sensores; y enterarse del estado del vehículo.
Sus dimensiones ocupan gran parte del tablero del auto y de hecho, los únicos botones que encontramos en la consola control son los que permiten encender el aire acondicionado, subir o bajar el volumen, prender intermitentes y encender la propia pantalla.
La pantalla de viaje también es digital y en ella se despliegan la información básica de consumo de combustible, velocidad y marcha sobre la cual manejamos.
En general, pareciera que el equipo de planeación de producto a cargo de la nueva Captiva revisó lo que el público busca e identifica como un “auto moderno” para instalárselo a esta SUV y así, argumentar que no le falta nada en cuanto a equipamiento.
Los materiales que componen a este modelo no son de la mejor calidad en términos de sensación al tacto o apariencia, sin embargo, parecen durables y no presentan ninguna posible mejora en su ensamble.
Una de las cartas más fuertes de este modelo frente al sobrepoblado mundo de las SUVs es su configuración de tres filas.
Al evaluar la comodidad dentro de las distintas ubicaciones del auto, nos dimos cuenta que la segunda fila es sumamente cómoda, mientras que la tercera cumple de manera satisfactoria su función para viajes cortos. Es decir, a pesar de que no es cansado ir sentado ahí, es claro que la intención es que sean los niños quienes viajen en esa parte de la Captiva, pues los espacios son reducidos.
Por la comodidad y la eficiencia
No importa si es manejada en carretera o en ciudad, la sensación de manejo de la nueva Captiva puede ser calificada como cómoda.
La puesta a punto de la suspensión y dirección son sumamente agradables para manejar sin sobresaltos a velocidades decentes.
Es importante considerar que, a pesar de que el empuje del motor turbo de 1.5 litros que está presente en todas las versiones es impetuoso, es un auto al que le toma tiempo lograr altas velocidades. Su potencia es de 144 caballos de fuerza y su capacidad de torque es de 184 libras-pie. Más que suficientes para transportar a la familia de manera agradable y segura.
Esta misma condición favorece a algo que será sumamente apreciado entre los dueños de la Captiva : los consumos de combustible. En la semana que tuvimos a prueba este modelo, nos sorprendió ver que las líneas digitales que simbolizan el tanque de combustible tardaban en desaparecer y, según nuestras estimaciones, tiene unos 10 kilómetros por litro de consumo.
A un costado de la palanca de velocidades de la caja automática se ubica un botón que configura el auto a consumos más moderados, sin embargo, en nuestra experiencia no vimos un cambio significativo entre una modalidad y otra.
Preparada para ser un gran éxito
Al tratarse de un producto que tiene guiños de un auto aspiracional en su equipamiento, la Captiva podría justificar su precio en el rango de los 600 mil pesos. Sin embargo, debido a su intención de convertirla en un éxito de ventas de GM en nuestro país, el equipo de Chevrolet asegura que este modelo no superará los 500 mil pesos en su versión más equipada.
Su precio es de 424 mil pesos en la versión de entrada. la cual tiene una configuración de solo dos filas de asientos. Le sigue la versión de 444 mil 900 pesos con las tres filas de asientos ya instaladas y finalmente, se ubica la variante tope de gama de 463 mil pesos, donde se agregan sensores de estacionamiento delantero, asiento del conductor con ajustes eléctricos, freno de mano electrónico, quemacocos panorámico y sistema StabiliTrack.
Todas las versiones tienen 4 boslas de aire y sistema de distribución de frenado EBD.
Frente a las preferencias históricas del consumidor mexicano, la Chevrolet Captiva tiene todos los apartados cubiertos y si alguien busca una SUV de tres filas con buen aspecto, manejo cómodo y que no supere el medio millón de pesos, esta es la mejor opción.