Aunque no lo creas, lavar el auto tiene un propósito más allá de lo estético. El polvo y la suciedad de las carreteras se acumulan en los interiores y exteriores con el uso cotidiano, por ello es importante limpiarlo a profundidad.
Hay quienes creen que lavarlo diario es la mejor idea, mientras que otras personas esperan incluso meses para pasarle un trapo al vehículo. Pero ¿cuál es la frecuencia adecuada? En Autopistas te lo explicamos.
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¿Qué pasa si no se lava el auto?
De acuerdo con Fiat, lavar el auto nos permite proteger su integridad estructural y mecánica. Además de darle una apariencia reluciente tras remover el polvo y suciedad, funciona como barrera protectora contra la degradación y el deterioro.
Al conducir por la carretera, los automóviles acumulan lodo, sal y sustancias corrosivas que ocasionan daños tanto en el chasis como en los componentes metálicos (rines de las llantas, parrilla y el escape).
Las partículas contaminantes se filtran a rincones del vehículo en los que no podemos llegar con facilidad. Así, con el paso del tiempo el carro podría presentar fallas en sus sistemas mecánicos y eléctricos.
Desde luego, las consecuencias de no lavar el auto se hacen evidentes en la carrocería exterior. Las piedras microscópicas que atrapamos en el camino suelen rayar la pintura, incluso con la mínima fricción.
De igual manera, el pelo de las mascotas que viajan con nosotros puede colarse a la ventilación del aire acondicionado y obstruir su salida. Además, si sueles comer dentro del vehículo existe el riesgo de manchar con aceite y grasa los recubrimientos.
A largo plazo, el exceso de suciedad también reduce la visibilidad del conductor. Por ejemplo, los faros se vuelven opacos y no alumbran lo suficiente, los retrovisores y parabrisas nos dejan con poca nitidez para ver el camino y ello aumenta las probabilidades de sufrir un accidente.
¿Cada cuánto debes lavar tu auto?
El blog oficial de Ford sugiere lavar el auto cada 15 días, aunque esto dependerá de varios factores y uno de ellos es el color. Los vehículos de tono oscuro ocultan menos la suciedad que los claros.
Además, utilizar el auto con frecuencia lo expone a mayores agentes dañinos (polvo, heces de animales, tierra, piedras, lodo, etcétera). De igual manera, es importante limpiarlo aunque permanezca estacionado.
Finalmente, si sueles dejar tu auto bajo el rayo del sol o la lluvia deberás poner énfasis en la limpieza. Ante climas extremos, la pintura y el recubrimiento se comienzan a carcomer, de ahí que el encerado sea clave para darle mantenimiento.
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