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Aunque el futuro de la industria automotriz es la electrificación, BMW también apuesta por el hidrógeno. Esta propuesta ya tiene rato en la marca bávara, pero su más reciente propuesta es la iX5 Hydrogen.
Este modelo debutó en el Autoshow de Frankfurt en 2019 pero ahora llegará, de manera limitada, a algunos países para ser vehículo de pruebas en esta fase alterna de movilidad sustentable. BMW está consciente de que tienen que haber más soluciones además de la electrificación, y ésta es una de ellas.
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Pruebas piloto para el X5 de hidrógeno
El iX5 Hydrogen consta, por el momento, de solamente 100 vehículos que serán usados en mercados específicos para demostrar las bondades del hidrógeno. Estas pruebas tendrán como principal objetivo que grupos de personas clave conozcan de qué se trata.
El funcionamiento de un auto de hidrógeno es similar al de gasolina en el sentido de que se carga el tanque de este gas, procede a una serie de reacciones químicas para producir electricidad, y esto es lo que permite al motor eléctrico funcionar. El único desecho es vapor de agua.
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Conversión especial
El BMW X5 se produce en la planta de Spartanburg, Carolina del Sur, y el iX5 Hydrogen no es la excepción. Sin embargo, es enviado a Alemania, donde se le quitan todos los componentes del motor a gasolina para adaptar los tanques de hidrógeno, motor eléctrico y otros elementos. Cabe destacar que la marca echa mano de Toyota con celdas de la japonesa, pues ellos comercializan el Mirai en algunos países.
Futuro con diferentes posibilidades
Aunque de momento, la electrificación parece la respuesta más clara, tanto BMW como Toyota creen que para un futuro sin emisiones, deben existir otros tipos de “combustibles” con la menor huella de carbono posible. Esto permitiría convivir en un ecosistema de movilidad que se adapte a cada necesidad.