Hoy en día, las colaboraciones en modelos deportivos son cada vez más comunes entre marcas. De otro modo, les resultaría muy costoso desarrollar un modelo de nicho para pocos compradores, pero antes la historia era otra.
Hace algunas décadas, las firmas buscaban exclusividad en sus modelos más deportivos, pues son aquellos que funcionarían como estandarte ante las demás marcas. Sin embargo, hubo una colaboración en 1994 que cambió la historia de una firma alemana de autos de lujo.
Audi
buscaba desarrollar un vehículo de prestaciones sobresalientes, pero poco conocimiento tenían del tema. Afortunadamente, lograron acercarse a una marca que desde algunos años antes habían demostrado que sabían manufacturar autos deportivos.
De este modo, Audi se acercó a Porsche para comenzar con su línea RS . No pudieron haber escogido una mejor época para acercarse al gigante de Stuttgart, pues iban terminando con el ciclo de vida del 959 y aprovecharon un par de tecnologías de este modelo para el deportivo de Audi.
De este modo, Audi y Porsche desarrollaron el RS2 . Bajo el cofre tenía el motor de 2.2 litros con 5 cilindros de la firma de los cuatro aros, pero fue mejorado masivamente. Como resultado, se proporcionaban 311 caballos de fuerza, algo fuera de lo común para finales de los años 90.
El 0 a 100 km/h podía realizarlo en 5.4 segundos. Si lo ponemos en perspectiva, esto es casi un segundo más rápido que un Lamborghini Countach, algo ridículo para una vagoneta familiar.
Audi mantuvo el famoso sistema de tracción integral Quattro, pero este fue retocado por Porsche junto con la suspensión. El resultado era una guayín agresiva y rápida, pero cómoda y con espacio para toda la familia.
El cuerpo de frenos, asientos, rines y sistema de enfriamiento era 100 por ciento Porsche . De igual manera, el interior recibió un tratamiento de fibra de carbono, que fue idea de Porsche para darle un espíritu más deportivo y aminorar el peso final.
A pesar de ser un gran producto, su ciclo de vida fue muy corto. Solamente se produjo entre 1994 y 1995 y su mercado principal fue Europa, por lo que es muy difícil encontrar uno en el continente americano.
Así fue que, con tan solo un año de producción, Audi y Porsche lograron colocar al RS2 como uno de los deportivos más icónicos de todos los tiempos.